El vac¨ªo de poder empieza a adue?arse de Rusia
La sensaci¨®n de provisionalidad y vac¨ªo de poder comienza a adue?arse de Rusia, ape nas una semana despu¨¦s de las elecciones. 'Bombardeando el Parlamento el 4 de octubre, Bor¨ªs Yeltsin quiso reforzar su autoridad y ha resultado todo lo contrario: no tiene poder para nada", coment¨® a este diario un reci¨¦n elegido diputado reformista. Nuevos datos sobre el voto masivo de los militares en favor del ultranacionalista VIadimir Zhirinovski en las elecciones parlamentarias ponen cada vez m¨¢s de relieve que Yeltsi. ya no podr¨¢ resolver por la fuerza otro enfrentamiento presidente-Parlamento.
En las dos divisiones acorazadas cuarteladas en los alrededores de la capital, la de Tam¨¢n y la de Kantem¨ªrov, el apoyo al ultradeechista VIad¨ªrnir Zhirinovski fue del 87,4% y 74,3% respectivamente, seg¨²n inform¨® ayer el diario en lengua inglesa The Moscow Times. Ambas unidades participaron en el ataque contra el Parlamento, lo que hace a¨²n m¨¢s significativos estos resultados. Entre los oficiales que sirven en las unidades estrat¨¦gicas nucleares, los votos para el partido ultranacionalista alcanzaron el 72%. Para los comunistas fue el 16,5% y para la gubernamental Opci¨®n de Rusia, el 5,8%.Por su ayuda del 4 de octubre, el presidente Bor¨ªs Yeltsin ya tuvo que hacer importantes concesiones al Ej¨¦rcito ruso. Inmediatamente despu¨¦s aprob¨® una nueva doctrina militar que recuper¨® el concepto de soberan¨ªa limitada para las rep¨²blicas ex sovi¨¦ticas e introdujo el derecho de los militares en pol¨ªtica interior para defender el orden constitucional.
Los medios reformistas radicales lanzan ahora ataques contra el ministro de Defensa, P¨¢vel Grachov, por no haber alertado al presidente de la situaci¨®n interna del Ej¨¦rcito. Son los mismos que semanas atr¨¢s criticaban al ministro por haberse resistido a cumplir la orden de atacar el Parlamento. Los resultados de las votaciones indican que aquella resistencia respond¨ªa a un buen conocimiento del estado de ¨¢nimo en los cuarteles.
Tambi¨¦n el ministro de Seguridad (antes KGB), Nikol¨¢i Golushko, es objeto de las iras de los reformistas por no informar al presidente de la popularidad real de Zhirinovski.
El diario Moskovski Komsom¨®lest ha pedido ya su cese. Pero un cambio en la cabeza del KGB -como un cambio en el Ministerio de Defensa- dif¨ªcilmente resolver¨¢ nada si se tiene en cuenta que precisamente las estructuras altas y medias del propio KGB son las que han potenciado a Zhirinovski, seg¨²n admit¨ªa a este diario un coronel retirado del comit¨¦ de seguridad.Yeltsin ha acabado siendo v¨ªctima de sus propios actos: disoluci¨®n del Parlamento, bombardeo de la Casa Blanca y convocatoria electoral. Parad¨®jicamente, todo lo que el presidente hizo para liberarse de los adversarios de la reforma ha acabado reforzando a ¨¦stos. "Aqu¨ª, el m¨¢s leg¨ªtimo es el que ha sido elegido el ¨²ltirno", se?al¨® Viacheslav Nikonov, reci¨¦n elegido diputado por el partido de Sergu¨¦l Sh¨¢Jrai. "Si antes el presidente pod¨ªa acusar de falta de legitimidad al Parlamento, ahora se pueden esperar acusaciones an¨¢logas a Yeltsin por parte del Parlamento", afirm¨®.Primer problema
El primer problema que debe resolver el presidente es la formaci¨®n de un nuevo Gobierno. Todo su entorno coincide en se?alar que habr¨¢ cambios importantes. Y dado su nulo ¨¦xito electoral, pese a contar con cuantiosos medios, Yegor Gaidar y Anatoli Chub¨¢is, l¨ªderes de Opci¨®n de Rusia y responsables de la reforma econ¨®mica radical, pueden ser los grandes defenestrados.
El jefe del Gobierno, V¨ªktor Chernomirdin, no dud¨® ayer en atacar directamente a Yegor Gaidar y a Anatoli Chub¨¢is en el diario Trud.
Chernomirdin considera que el pueblo ha descalificado a ambos como responsables de la econom¨ªa. "Debemos afrontar la verdad y admitir que mucha gente ha votado contra las penurias y los errores de las reformas, y no a favor de alguna plataforma espec¨ªfica", dijo refiri¨¦ndose a los buenos resultados de Zhirinovski.
"Lo dije hace un a?o y medio y estoy dispuesto a repetirlo ahora: fue un error saltar al r¨ªo sin comprobar primero c¨®mo estaba el agua, tal y como hicimos en enero de 1992 [fecha del inicio de la terapia de choque de Galdarl", a?adi¨® el primer ministro ruso.
La ¨²nica tabla de salvaci¨®n a la que se agarran los yeltsinistas, la aprobaci¨®n por los pelos de la Constituci¨®n, apenas supone un factor de estabilidad dada la envergadura de la derrota en las elecciones de la Duma, que estar¨¢ controlada por la oposici¨®n. "La inestabilidad ha adquirido un car¨¢cter permanente", se?al¨® el diputado Alex¨¦i Mij¨¢ilov, el n¨²mero 4 de la lista electoral de Grigori YavIinski, al semanario Obshchala Gazeta.
Lo que se ha instalado en Rusia, en definitiva, es el vac¨ªo de poder. "La impresi¨®n es que estamos esperando al marino Zhelezniak [disolvi¨® la asamblea constituyente en 1918 y sell¨® el triunfo final de Lenin]", agreg¨® Mij¨¢ilov.
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