Albania, un basurero t¨®xico

A veinte kil¨®metros de la ciudad de Shkodra, al noroeste de Albania, se encuentra la estaci¨®n ferroviaria de Bujza. Es la ¨²ltima del trayecto Shkodra-Montenegro, la ¨²nica v¨ªa f¨¦rrea que comunica Albania con el exterior. A unos tres kil¨®metros se encuentra el lago de Shkodra, el mayor de los Balcanes. Lo primero que llama la atenci¨®n son 17 vagones que permanecen estacionados sobre los ra¨ªles desde el verano de 1992. Tres pol¨ªcias armados proh¨ªben acercarse a los vagones. Contienen 217 toneladas de pesticidas producidos en la antigua Alemania del Este y regalados por la compa?¨ªa Hanover Schinidt Cretan al Ministerio de Agricultura alban¨¦s.El refr¨¢n dice que al caballo regalado no se le miran los dientes. Pero, cuando se trata de regalos peligrosos que amenazan seriamente el medio ambiente -la vida de muchos miles de habitantes, as¨ª como todo el patrimonio vivo del lago de Shkodra-, la cosa cambia.

A¨²n m¨¢s urgente se hace la situaci¨®n teniendo en cuenta que gran parte de esas 217 toneladas de pesticidas, ya caducados, se han convertido en sustancias t¨®xicas de gran peligro. Decenas y decenas de utensilios de vidrio o de caucho fueron robados de los vagones por los campesinos que viven alrededor del "tren de la muerte", como han comenzado a llamarlo. Muchos de ellos se pueden ver en las casas. "Despu¨¦s de derramar el l¨ªquido que ten¨ªan dentro y limpiarlos, los usamos para llenarlos de vino, agua y otras cosas necesarias", dice Agin Dami, un joven de 16 a?os. "Hasta ahora no ha ocurrido nada, pero qui¨¦n sabe... Puede que Dios nos haya protegido", contin¨²a. Miles de litros de pesticidas derramados han dejado ya sus huellas negras o amarillas sobre el terreno. Su infiltraci¨®n en las fuentes subterr¨¢neas amenaza la vida de m¨¢s de 4.000 habitantes de Bajza y de las aldeas a su alrededor. Con las lluvias de los ¨²ltimos d¨ªas la situaci¨®n se hace a¨²n m¨¢s peligrosa.

Expertos albaneses sostienen que los pesticidas contienen elementos muy t¨®xicos, como el mercurio, y algunos, como el Delicia Fribal Emulsion y el Toxaphen, son puestos en embalajes y disueltos con gasolina, lo que aumenta el peligro de incendio. En tal caso, escrib¨ªa hace unos d¨ªas el diario Westdeutsche Aligemeine Zeitung, "se puede formar una nube t¨®xica que puede amenazar la ciudad de Slikodra (unos 100.000 habitantes), y, seg¨²n la direcci¨®n del viento, puede afectar a Montenegro y a algunas zonas orientales de Italia, lo que significar¨ªa una cat¨¢strofe ecol¨®gica".

Mientras tanto, otras 500 toneladas de pesticida producido por cinco o seis grandes empresas agroindustriales de Meclenburg y tambi¨¦n regaladas por la compa?¨ªa de Hanover cuando ya hab¨ªan caducado han entrado en Albania a trav¨¦s del puerto de Durres, y han sido almacenadas en dep¨®sitos poco apropiados de Miloti, Lushaja y otras regiones, creando graves problemas al Gobierno alban¨¦s.

Esta situaci¨®n, creada en los dif¨ªciles momentos de la transici¨®n, se agrava a¨²n m¨¢s a causa de otras 3.600 toneladas de pesticidas normales tra¨ªdos a Albania por la Comunidad Europea y el Banco Mundial para ayudar al desarrollo de la agricultura albanesa. Estos pesticidas pueden caducar debido a la gran disminuci¨®n de su consumo. La privatizaci¨®n total de la tierra cultivable y la descompos¨ªci¨®n del sistema estatal de la agricultura no deja mucho espacio para su uso. Los campesinos albaneses, reci¨¦n entrados en la dura y desconocida v¨ªa del mercado libre, no tienen recursos para comprarlo. El coordinador del programa de la CE adjunto al Ministerio de Agricultura alban¨¦s, Don Davis, califica tal situaci¨®n como "alarmante". "Si los pesticidas no se consumen dentro del plazo definido por sus fabricantes, constituir¨¢n una bomba de relojer¨ªa que puede estallar en cualquier momento", dice. Don Davis ha recomendado al Ministerio de Agricultura reducir su precio hasta un 25% de su valor real. Es una recomendaci¨®n racional, teniendo en cuenta que su eliminaci¨®n y almacenamiento cuesta 10 veces m¨¢s.

Frente a su impotencia para solucionar o aliviar la situaci¨®n creada por los pesticidas, las autoridades albanesas han pedido ayuda del Gobierno alem¨¢n, que legalmente no tiene ninguna obligaci¨®n, porque los pesticidas fueron enviados seg¨²n un convenio bilateral. No obstante, el ministro alem¨¢n de Medio Ambiente, Claus Tipfer, pidi¨® a su compa?ero de Finanzas en el Gabinete, Theo Vaigel, un fondo de varios millones de marcos para ayudar a solucionar el problema. Un grupo de especialistas alemanes llegar¨¢ muy pronto a Albania para dirigir las tareas del Ej¨¦rcito alban¨¦s en el traslado de los pesticidas a almacenes m¨¢s seguros que los corro¨ªdos "vagones de la muerte". M¨¢s vale tarde que nunca.