Carrera de fechas
EN ESTOS ¨²ltimos d¨ªas de a?o, palestinos e israel¨ªes intentan desesperadamente impedir que se pierda el impulso de paz lanzado el 13 de septiembre en Washington. Una de las fechas simb¨®licas previstas (el 13 de diciembre, momento en que deb¨ªa iniciarse la retirada del Ej¨¦rcito israel¨ª de los territorios de las futuras autonom¨ªas) ha pasado sin que ocurriera nada. En un mundo como el levantino en el que los s¨ªmbolos son fundamentales, cada plazo no cumplido es una ocasi¨®n irrecuperablemente perdida. Puede que no haya muchas. La violencia en los territorios ocupados se ha disparado, como lo demostr¨® ayer la muerte de dos israel¨ªes. Los art¨ªfices de este ingente esfuerzo pacificador -Isaac Rabin, Sim¨®n Peres y Yasir Arafat- intentan ignorar estos estallidos de violencia y la oposici¨®n a los acuerdos para concentrarse, como si nada ocurriera, en progresar sin pausa. Hoy deb¨ªan reunirse Peres y Arafat para estampillar el acuerdo por el que se concede la autonom¨ªa limitada a Gaza y Jeric¨®. As¨ª lo decidieron hace 10 d¨ªas, tras su entrevista en El Cairo. Pero las sesiones negociadoras de Egipto, Oslo y ayer Versalles no han conseguido allanar tres obst¨¢culos -¨ªntimamente ligados entre s¨ª- que a¨²n quitan sentido a una nueva cumbre.En primer lugar, se trata de decidir qui¨¦n controlar¨¢ los puestos fronterizos entre Jeric¨® y Jordania, y entre Gaza y Egipto: ?los palestinos? ?Israel¨ªes y palestinos conjuntamente? ?0, una vez m¨¢s, los cascos azules? Lo m¨¢s l¨®gico, en puntos de alta tensi¨®n como Gaza y Jeric¨®, ser¨ªa inclinarse por esta ¨²ltima opci¨®n; es la que garantizar¨ªa la neutralidad completa. Pero ¨¦ste no parece el momento de desposeer a los palestinos del primer instrumento de soberan¨ªa de que van a disfrutar. Es evidente que el punto de acuerdo se encuentra en alguna f¨®rmula transaccional que permita el control dual; por ejemplo, una presencia f¨ªsica de los palestinos en los puestos con un control ejercido remotamente por los israel¨ªes.
El segundo tema disputado es el del tama?o de la regi¨®n aut¨®noma de Jeric¨®, nunca fijado en la Declaraci¨®n de Washington. Dependiendo de su superficie (entre 90 y 300 kil¨®metros cuadrados), Israel pierde el control de los puentes frontera con Jordania. L¨®gicamente, es muy reticente a ello. Es obvia la influencia que tendr¨ªa la resoluci¨®n del primer punto para cerrar este problema territorial.
Finalmente, ?qu¨¦ derechos de persecuci¨®n en caliente mantendr¨ªan los israel¨ªes en las autonom¨ªas? Ninguno, dicen los palestinos. Todos, dicen los israel¨ªes. El primer ministro Rabin acaba de resolverlo: se ha puesto de parte de Palestina asegurando que "no le ser¨¢ posible al Ej¨¦rcito efectuar persecuciones en las autonom¨ªas". S¨®lo espera que "sobre esta cuesti¨®n se recibir¨¢ la plena colaboraci¨®n de la polic¨ªa palestina". Un tema nada sencillo de digerir para las nuevas autoridades palestinas, uno de cuyos principales problemas ser¨¢ evitar acusaciones de colaboracionismo con el enemigo. Pero sin colaboraci¨®n se cumplir¨ªa el pron¨®stico de los enemigos del acuerdo de que las autonom¨ªas palestinas se convertir¨¢n en santuarios terroristas.
Con toda la complejidad de estos puntos, comienza a ser alarmante que los negociadores se separen siempre recalcando la ausencia de avances mientras en los territorios ocupados la violencia de radicales de ambas partes vuelve a dominar el escenario pol¨ªtico. Negociadores israel¨ªes hablan ya de cansancio por las t¨¢cticas negociadoras de Arafat. Pero la causa sobre la mesa es demasiado importante como para que nadie se canse de perseguirla.
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