Lujo y rebeli¨®n familiar
El tejido mitol¨®gico alrededor de los hijos de Fidel Castro da en La Habana materia para varias telenovelas. Lo. peor que le pod¨ªa pasar a un adolescente era tener un cierto parecido con el l¨ªder. Enseguida se entraba en el terreno de las sospechas. Que se sepa, adem¨¢s de Alina, hay otros dos hijos varones que rondan hoy los 30 a?os. Uno de ellos, de nombre Ram¨®n (as¨ª se llama tambi¨¦n el hermano mayor de Fidel), era como una foto de carn¨¦ de Fidel algunas d¨¦cadas atr¨¢s. No lo pod¨ªa negar, y ten¨ªa un flamante coche nuevo, lo que se interpretaba como una prueba m¨¢s.Alina tambi¨¦n recibi¨® de Fidel un Volkswagen, que en La Habana era todo un lujo. Su madre Nati Revuelta, verdadera madame Du Barry tropical, llev¨® con elegancia natural, durante a?os, su estado de amante oficial y, de paso, protegi¨® y salv¨® de varias quemas a intelectuales y artistas.
Fidel tiene un solo hijo oficial: Fidelito, que le sali¨® tambi¨¦n algo rebelde. Lo mand¨® a Polonia y a la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica a estudiar f¨ªsica at¨®mica, lo especializ¨® en centrales nucleares y ahora, seg¨²n dicen en las calles habaneras, est¨¢ en prisi¨®n domiciliaria por su actitud aperturista. Fidelito era fruto del matrimonio de Fidel con una bella mujer oriental de grandes ojos verdes y melena rojiza al viento (Nati Revuelta, la madre de Alina, tambi¨¦n reun¨ªa estas caracter¨ªsticas), que muri¨® de c¨¢ncer a principios de los a?os sesenta, estando ya separada del guerrillero convertido en primer ministro una modelo de alta costura que se hizo famosa en las portadas de Vogue empu?ando un rev¨®lver. Norka era muy alta y e pod¨ªa poner a la par, al menos en estaura, de Fidel. Estaba asada con el fot¨®grafo personal de Castro, y corrieron, rumores acerca de la paternidad de la hija de Norka. Cuando Alina comenz¨® su carera de modelo, en os c¨ªrculos de la moda de La Habana e hac¨ªan chascarrillos con esa jugada del destino: "La hija natural de Fidel escoge la profesi¨®n de su amante".
La vida juvenil de Alina fue agitada y d¨ªscola. Ten¨ªa fama de no callarse, de enamorarse cada dos por tres, de contestar airadamente a los escoltas y emisarios de las alturas. Ella pod¨ªa, y a¨²n puede.
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