La cuna del emperador
Muy pocos de los peregrinos chinos a Shaoshan, que ha levantado una monumental estatua de bronce a su principal vecino y acoger¨¢ este a?o un n¨²mero muy superior al contingente de un 1,2 millones de visitantes registrado en 1992, conocer¨¢n que Mao fue un mujeriego, sin remedio cuando se trat¨® de j¨®venes coristas del orfe¨®n militar; tampoco que demostr¨® indicios de paranoia.Estas dos caracter¨ªsticas del l¨ªder fueron descubiertas a la BBC brit¨¢nica por Li Sui Zhi, de 73 a?os, m¨¦dico personal de Mao Zedong. "Era tratado como un emperador. Nadie se atrev¨ªa a llevarle la contraria o intentar persuadirle. Nunca reconoci¨® una equivocaci¨®n" afirm¨® Li desde su exilio en Chicago.
El m¨¦dico agreg¨® que durante "el gran salto adelante" de 1950, en el que Mao pidi¨® un generalizado sacrificio para mantener con vida la revoluci¨®n, "nunca dijo una palabra sobre los cientos de miles que murieron de hambre". Pese a todo, su mausoleo en Pek¨ªn ha recibido a m¨¢s de 80 millones de personas desde que fue abierto al p¨²blico, en 1977, y la media diaria en el centenario ha sido de 30.000.
La maoman¨ªa comenz¨® hace dos a?os con cientos de estudios sobre su obra y un oportuno enfoque econ¨®mico y de atracci¨®n tur¨ªstica por parte de los comerciantes que venden medallas, mecheros, relojes, discos o libros con la imagen, letrillas y discursos del homenajeado. Wang Maolin, secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh) en la provincia de Hunan, considera l¨®gico el entusiasmo. "Tambi¨¦n los alemanes est¨¢n orgullosos de Karl Marx".
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