El capea abucheado

En tauromaquia se entiende por casta cuando la res se defiende menos y se emplea m¨¢s. En la corrida n¨²mero 700 de esta plaza, los astados de Javier Garfias de los Santos cumplieron con los picadores y su acometividad a los de a pie fue desigual.

Pedro Guti¨¦rrez Moya, Ni?o de la Capea, fue recibido con aplausos e invitado a salir al tercio con sus alternantes, pero fue despedido feamente con abucheos. Se vio desconfiado con su primero que tra¨ªa la cabeza alta, punteaba y se revolv¨ªa. Pero lo que aument¨® el descontento fue que no trasteara con desahogo al cuarto ya que aunque era tardo y dif¨ªcil, a juicio de la concurrencia, podr¨ªa haberle sacado provecho.

Por falta de decisi¨®n, Guillermo Capetillo dej¨® ir una buena oportunidad de triunfar y s¨®lo ense?¨® m¨ªnimos detalles. El segundo era ¨¢spero y no lo pudo dominar. Pero el quinto, que humillaba, era el burel ideal para su peculiar estilo de torear y no lo aprovech¨® totalmente.

Manolo Mej¨ªa exhibi¨® un temple de tron¨ªo al dominar al animal que sustituy¨® al tercero. Ejecut¨® con tersura su oficio al alegre y fijo reserva. Cuaj¨® una faena con la muleta bien cuadrada (planchada), pensando siempre qu¨¦ hacer, citando de frente y marcando los tiempos de cada pase con precisi¨®n.