Los vecinos y Zarabanda
Los vecinos del inmueble en cuyos bajos est¨¢ situado el local anteriormente citado hemos asistido callados y perplejos ante la pol¨¦mica llevada a cabo por los medios de comunicaci¨®n, prensa, radio y televisi¨®n, durante todo el a?o 1993. Se ha hablado de su apertura y cierre, y se han barajado diversas opiniones al respecto.El art¨ªculo de su peri¨®dico (fecha del 10 de diciembre de 1993), a toda plana y con foto incluida, ha hecho que rompamos el silencio de este tiempo atr¨¢s.
En contestaci¨®n a su escrito, podr¨ªa enumerarle un sinf¨ªn de encuentros, an¨¦cdotas y visitas que esta comunidad ha ido sufriendo durante meses. Pero el motivo de nuestra respuesta est¨¢ motivado porque en toda esta historia su peri¨®dico no ha mencionado ni una sola vez el tema de los ruidos. Ruidos que soportamos actualmente de ma?ana y tarde, y anteriormente, de noche y madrugada.
Desde el inicio de la actividad de Zarabanda, lo que todos nosotros hemos vivido es un ejemplo claro del significado de esta palabra (danza picaresca que se us¨® en Espa?a en los siglos XVI y XVII). Danza, efectivamente, porque en horario nocturno danz¨¢bamos, hasta altas horas de la madrugada al ritmo de los hermosos tacones de los artistas o de su p¨²blico asistente. Tambi¨¦n hac¨ªamos danzar a la Polic¨ªa Municipal con nuestras quejas producidas por los decibelios del equipo de m¨²sica, por cierto un tanto sofisticado. Ahora danzamos, s¨ª, pero a las ocho de la ma?ana para salir tan pronto como sea posible de casa para no o¨ªr, que no escuchar, sus danzas.
La danza nos gusta a todos, s¨®lo hay un peque?o matiz que nos gustar¨ªa aclarar, queremos danzar cuando deseemos, no cuando Zarabanda lo imponga.- y 24 firmas m¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.