Coraza herm¨¦tica de aluminio, acero y plomo

Los residuos radiactivos de alta actividad deben almacenarse en un medio que limite la radiaci¨®n emitida a unos niveles establecidos por las normas de seguridad, impida que los is¨®topos que producen esta radiaci¨®n salgan al exterior y evite que agentes exteriores como el agua puedan dispersar el material radiactivo en el medio ambiente.Adem¨¢s debe ser seguro como para resistir impactos, ca¨ªdas, fuego o quedar sumergido en agua. Los contenedores desarrollados por Enresa, en colaboraci¨®n con empresas norteamericanas, se han dise?ado as¨ª.

Se trata de un cilindro de 2,5 metros de di¨¢metro y cinco metros de altura, que pesa 125 toneladas. Tiene capacidad para 26 elementos combustibles que se introducen en otros tantos tubos cuadrados. Los tubos van guiados por unos discos de aluminio bordado, un material que controla la criticidad del material radiactivo. Este n¨²cleo va dentro de una carcasa de acero inoxidable 304, rodeada de una pared de plomo, y otra carcasa de acero. En total 20 cent¨ªmetros de blindaje radiol¨®gico. Todo ello revestido de un material absorbente de neutrones, con aletas de cobre y acero para disipar el calor que produce el combustible gastado.

Una doble tapa asegura el blindaje y la integridad del contenedor en caso de impacto por accidente o ca¨ªda y su hermetismo ante agentes exteriores como el agua de lluvia. Tambi¨¦n se ha comprobado su resistencia al fuego.

A una distancia de dos metros de la superficie exterior del recipiente, la dosis de- radiaci¨®n alcanza 88 REM por a?o. La dosis l¨ªmite admitida, para las personas profesionalmente expuestas, es de 5 REMS por a?o. En estos contenedores se podr¨¢ almacenar el combustible gastado entre 20 y 60 a?os.

El recinto de la central donde se almacenen ser¨¢ una losa de hormig¨®n preparada para resistir el peso de los contenedores y posibles movimientos s¨ªsmicos. Estar¨¢ bajo una vigilancia permanente, mediante medidores de radiaciones.