Vuelta a la mesa
LA REANUDACI?N de las negociaciones entre los palestinos y los israel¨ªes tendr¨¢ lugar la semana pr¨®xima en Taba, seg¨²n noticias coincidentes de ambos bandos. Ello pone fin a una etapa de dudas provocadas por una maniobra de poca monta de Israel, que quer¨ªa convertir un acuerdo provisional en la mesa negociadora en algo ya definitivo. Por ello es importante que la reanudaci¨®n se haga "sobre la base de las discusiones y los asuntos acordados en Oslo, Versalles y El Cairo". Al parecer, Rabin se dej¨® llevar por la tentaci¨®n de dejar al jefe de la OLP en mal lugar en un momento en que sufre ataques convergentes de los extremistas de Ham¨¢s (opuestos al acuerdo) y de sectores de Al Fatah descontentos con los m¨¦todos demasiado autoritarios de Arafat. Gracias a la inteligencia m¨¢s diplom¨¢tica de Peres, Rabin se dej¨® convencer de que a Israel le conven¨ªa llegar a un acuerdo ahora, y no provocar una imprevisible etapa pos-Arafat.Otro punto positivo para las nuevas negociaciones ha sido el debate en la Kneset (Parlamento israel¨ª) sobre la propuesta del Likud para que todo acuerdo con los palestinos tuviese que ser aprobado por dos tercios de la C¨¢mara. Por 62 votos contra 46, esa propuesta fue rechazada. A la vez, la exigencia de la derecha de que Rabin se comprometiese a rechazar cualquier eventualidad de independencia palestina fue rechazada por el silencio.
Dejar esa puerta abierta es un factor esencial para las negociaciones. En efecto, en los puntos que permiten la actual negociaci¨®n hay una gran ambig¨¹edad que las dos partes asumen. Para la OLP se trata de dar los primeros pasos hacia un Estado palestino; tal perspectiva no es aceptada por Israel, si bien aplaza el tema a una experiencia de varios a?os de autonom¨ªa provisional para los territorios ocupados, empezando, ahora, por Gaza y Jeric¨®.
En este marco se entiende la enorme trascendencia de los puntos debatidos en la actual negociaci¨®n. En apariencia son aspectos pr¨¢cticos, por ejemplo, c¨®mo se controlar¨¢n las fronteras de esos dos territorios cuando est¨¦n administrados por los palestinos. La exigencia de dignidad de Arafat en temas de banderas, s¨ªmbolos, personas que miran los documentos, no es trivial: su objetivo es que aparezcan cuanto antes los signos anunciadores de un futuro Estado palestino, distinto de Israel. Por otra parte, y es quiz¨¢ el aspecto que m¨¢s le ha costado a Rabin comprender, si Arafat no puede mostrar esos signos anunciadores de un futuro Estado independiente, los que se aprovechar¨ªan directamente de ello ser¨ªan los extremistas de Ham¨¢s.
Por parte de Israel existe un gran temor a que, si los palestinos obtienen el control de las fronteras, pueda producirse una afluencia masiva de personas que han sido expulsadas de sus tierras en el momento de la victoria y de la conquista israel¨ª. Si los palestinos exiliados intentasen ejercer "el derecho de retorno", se podr¨ªa crear una situaci¨®n ca¨®tica. Por aguda que sea la contradicci¨®n sobre este tema, su naturaleza misma se presta a la b¨²squeda de soluciones de compromiso. Por eso mismo, la reanudaci¨®n de las negociaciones no es simplemente un gesto de buena voluntad por ambas partes. Reflejar que ¨¦stas comparten la esperanza de encontrar soluciones; y esto despu¨¦s de haber manejado e intercambiado proyectos diversos.
El tiempo es, adem¨¢s, un factor importante a tener en cuenta por todos. Esto es obvio para Arafat, que sufre un serio desgaste de su liderazgo en esta etapa intermedia. Pero Israel no tiene en ese orden un inter¨¦s contrario. El 17 de este, mes est¨¢ fijada la entrevista entre Clinton y el presidente sirio, Asad. Si en ese momento siguiese bloqueado el di¨¢logo Palestina-Israel, ello elevar¨ªa considerablemente las cartas de Asad para presentarse como factor de paz en Oriente Pr¨®ximo. Otra raz¨®n, menos coyuntural, es que los enemigos de la paz entre palestinos e israel¨ªes se fortalecen en esta etapa de incertidumbre., Ni a Rabin ni a Arafat les conviene que ello pase ciertos l¨ªmites.
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