La traici¨®n del amigo barullo
El Lega fall¨® en el ¨²ltimo minuto un gol claro en una refriega
Andr¨¦s lo tuvo en las botas. Fall¨® y apareci¨® el barullo, ese fen¨®meno que acostumbra a ser amigo.El cl¨¢sico gol que nace de un mar de piernas, ese tanto en el que el Lega est¨¢ especializado, estuvo a punto de subir al marcador en el ¨²ltimo minuto. El partido agonizaba, quedaba poco para sentir el calor de la ducha y Andr¨¦s recib¨ªa un bal¨®n en el ¨¢rea. S¨®lo ante el portero, picaba la pelota, pero el guardameta consegu¨ªa tocar el bal¨®n con la punta de los dedos. A partir de ese momento, el barullo entraba en escena. Un bal¨®n que se pasea a escasos cent¨ªmetros de la l¨ªnea de gol, un defensor emeritense que intenta despejar, una pierna de delantero del Lega al aire... Mucho jugador hacinado en un espacio reducido. S¨®lo hac¨ªa falta que de entre esa mara?a emergiese una oportuna pierna pepinera que empujase un bal¨®n remol¨®n. Pero esta vez, el amigo barullo dio la espalda al Lega. No hubo tal pierna, y el partido termin¨® en empate cuando la afici¨®n ya estaba cantando el gol de la victoria.
El partido estuvo dominado en su mayor parte por el Legan¨¦s. Lo peor del cuadro de Luis ?ngel Duque fue la resoluci¨®n de las jugadas a bal¨®n parado. Las faltas al borde del ¨¢rea se estrellaban en las barreras o acababan en brazos de alg¨²n espectador, y los c¨®rneres se botaban directamente fuera ose entregaban inocentemente al enemigo. Habr¨¢ que practicar un poquito.
La primera parte no dio para mucho. En el minuto 41, el partido se romp¨ªa al transformar Garc¨ªa Pitarch un penalti muy protestado por el p¨²blico. Y cuatro minutos m¨¢s tarde, internada de Vivar Dorado, el m¨¢s peligroso del Lega. La pierna de un defensor sale el cruce, pero Vivar salta y prosigue la jugada. La afici¨®n, mientras, ya le gritaba: "T¨ªrate, hombre, t¨ªrate".P¨ªldoras revulsivasLa falta de empuje del primer tiempo del Lega cambi¨® por completo en el segundo. Ya viene siendo frecuente ver c¨®mo los jugadores del Lega saltan m¨¢s motivados al campo despu¨¦s de la charla del intermedio de cada partido. Luis ?ngel Duque debe de disponer de alguna suerte de p¨ªldora revulsiva de efecto inmediato. Hay quien dice que las pastillas en cuesti¨®n son de la marca Rapapolvo. Pero este extremo a¨²n est¨¢ por confirmar. El caso es que cuando empieza la segunda parte, los pepineros salen como motos.
Y la p¨ªldora tard¨® tan s¨®lo cinco minutos en hacer efecto. Una jugada iniciada por Vivar Dorado acababa en las botas de Alonso, que, aliado con el barullo, met¨ªa la pierna y empujaba el cuero. Lega y barullo, amigos para siempre.
Pero Duque no se conformaba con un empate. Rest¨® un defensa y sum¨® un delantero. Quer¨ªa la victoria. La salida de Peces motiv¨® que Vivar retrasara su posici¨®n y tomase la batuta a la hora de subir el bal¨®n. Fueron los mejores momentos de juego del Lega.
Esta mayor vocaci¨®n ofensiva abri¨® huecos y los jugadores del M¨¦rida. desperdiciaron m¨¢s de un contraataque. El M¨¦rida visit¨® el Municipal con un escuadr¨®n de jugadores curtidos y experimentados como Salguero, futbolistas que han jugado en Primera como Kiriakov o Garc¨ªa Pitarch, pero no demostr¨® gran cosa. Sum¨® un punto y antes de partir le dej¨® al Lega un negativo de recuerdo.
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