Chiapas
Ante todo, dice Octavio Paz, la revuelta de Chiapas es un fen¨®meno que corresponde a las condiciones peculiares de esa regi¨®n. Chiapas no es tan peculiar, ocupa un 75% del universo capitalista, uno, grande y libre. Un 75% de agujero negro, y el 25% restante no ' s corresponder¨ªa a la ciudadan¨ªa emergente, la que se beneficia del orden capitalista y tiende a justificarlo como el ¨²nico posible. El inmenso Chiapas de la aldea global no tiene quien le escriba ni quien le permita ratificar su identidad, y cuando ejerce el lenguaje de la revuelta se atribuye a la inspiraci¨®n de revolucionarios urbanos, se?oritos del marxismo residual o de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n que hinchan la cabeza a los condenados de la tierra para impedirles ver las ventajas del GATT, del TLC o del TAV (tren de alta velocidad).Nada se dice de esos se?oritos, igualmente urbanos, que con veinte duros de Karl Popper predican la utop¨ªa de la edad de oro como con secuencia de la instauraci¨®n universal de la sociedad abierta y del democratismo creando un desfase entre lo que se predica y lo que se ve. Esos peligrosos se?oritos neol¨ªberales que en definitiva, impulsan una con trarrevoluci¨®n cultural para la que est¨¢n dispuestos a sacrificar a tantos peatones de la historia como en el pasado pudo sacrificar el estalinismo o el mao¨ªsmo para cumplir planes quinquenales o dar grandes saltos hacia adelante. Esos peligrosos seno ritos criollos neoliberales que reclaman la restauraci¨®n de la raz¨®n de Estado a cargo del Ej¨¦rcito, pero, eso s¨ª, respetando los derechos humanos, curiosa cuadratura del c¨ªrculo. Puestos en evidencia ahora en Chiapas, antes en Venezuela, Argentina, Los ?ngeles... donde haya explotado o explote la indignaci¨®n de los que no se ven representados en simposios sobre la sociedad abierta, al cabo de siglos y siglos de dobles verdades y triples mentiras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.