Vera rechaza la 'consolaci¨®n' de ser embajador

El secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, rechaz¨® el pasado diciembre una oferta del Gobierno para asumir la embajada de Argentina. Tambi¨¦n rechaz¨® la de Lisboa y cualquier otra. Estos datos confirman que, a pesar del anuncio p¨²blico hecho meses atr¨¢s por el secretario de Estado para la Seguridad de su intenci¨®n de dimitir, finalmente esta decisi¨®n ha sido acelerada por el Ejecutivo. Vera, en privado, ha asegurado que, si le hubieran solicitado permanecer un tiempo m¨¢s en el cargo, "lo habr¨ªa aceptado por responsabilidad". El pasado mes de diciembre, paralelamente a los mensajes que recib¨ªa del titular de Interior, Antoni Asunci¨®n, sobre la necesidad de que continu¨¢ra en el cargo unos meses m¨¢s, Rafael Vera recibi¨® del propio ministro una oferta en nombre del Gobierno para agilizar el pl¨¢cet de Argentina para designarlo como embajador.

El mensaje fue claramente entendido por Vera: "Me invitan a que me vaya dignamente", asegur¨® a sus amigos. Tras consultar con su familia, formul¨® una tajante negativa, basada en razones personales y no en despecho alguno. Id¨¦ntica respuesta dio a las sucesivas ofertas de la embajada en Lisboa o cualquier otra que deseara. Vera planea dedicarse a alguna actividad privada, sector en el que cuenta ya con varias ofertas a¨²n no concretadas.Por otro lado, el secretario de Estado para la Seguridad, que tiene previsto dimitir a fines de mes, se halla notablemente inquieto sobre las noticias aparecidas en distintos medios, cuyo origen sit¨²a precisamente en las propias filas socialistas, en relaci¨®n con su actuaci¨®n en el terreno antiterrorista. "Es como si se quisiera dar la vuelta a toda la pol¨ªtica antiterrorista. Lo que se est¨¢ haciendo choca con el Pacto de Ajuria Enea. Ya que el di¨¢logo con el entorno de ETA, en este caso HB, debe ser realizado por todos los partidos, y no s¨®lo por uno".

Esta posici¨®n de Vera es contradictoria con el planteamiento de que el partido socialista vasco mantenga un di¨¢logo con HB para obtener una tregua, en sustituci¨®n de la l¨ªnea de contactos mantenida hasta ahora entre el Gobierno y ETA. El a¨²n secretario de Estado estima errada tal estrategia: "Al final, ETA y el Gobierno tendr¨¢n que negociar o dialogar en una mesa. Mientras el Ejecutivo ofrecer¨ªa unas excarcelaciones escalonadas y la deportaci¨®n de los presos liberados, la banda terrorista garantizar¨ªa el abandono definitivo de las armas".

No obstante, en el modelo de Vera, existir¨ªa una mesa pol¨ªtica para negociar los partidos con HB sobre profundizaci¨®n del estatuto. Aunque le gusta decir que nunca ha ocultado iniciativas en materia de sondeos a sus ministros -en contra de lo que apuntan diversas fuentes del departamento- no deja de expresar lo contrario: "Un ministro no tiene por qu¨¦ saber todo lo que hace un secretario de Estado. Algunos de los contactos que he tenido con ETA han tenido car¨¢cter puramente policial y a¨²n hoy resultan operativos".

"Regalo envenenado"

Igualmente, Vera ha llegado a comentar que marginar al PNV del di¨¢logo no contribuir¨¢ a solucionar el problema y considera imprescindible mantener su implicaci¨®n en la lucha antiterrorisa, logro que cree el nuevo equipo preservar¨¢. Precisamente, el PNY ha observado con inquietud su salida, al igual que ha ocurrido con HB, algo que Vera considera "un regalo envenenado".

El malestar de Vera se extiende al hecho de que nunca, desde presidencia del Gobierno, se le ha hecho llegar un mensaje de disgusto con su actividad en este terreno de sondeos, mientras que ahora se presenta su salida como fruto de la irritaci¨®n causada por sus contactos. Vera mira con respeto la oferta brit¨¢nica de di¨¢logo al IRA, y considera hip¨®critas las cr¨ªticas a sus plantemientos. "Ellos han ofrecido hablar con una organizaci¨®n en plena actividad, mientras que nosotros acudimos a Argel a hablar cuando ETA estaba parada".

Vera, aunque admite hoy en d¨ªa que el dirigente etarra Jos¨¦ Luis Arrieta Zubimendi, Azkoiti, dif¨ªcilmente encabezar¨¢ una escisi¨®n en ETA, estima que esta operaci¨®n ha logrado crear serias disensiones en la banda terrorista. En cuanto a Eugenio Etxebeste, Antxon, deportado en la Rep¨²blica Dominicana, le considera un mero ayatol¨¢ al que habr¨¢ que acudir en un momento dado para pulsar el estado de la banda. Vera considera c¨ªnico estimar que su pol¨ªtica de contactos ha impulsado a la banda a efectuar atentados. "Por l¨®gica contraria, habr¨ªa que concluir que de no haberse producido ning¨²n contacto, no habr¨ªa habido ning¨²n atentado, y eso es absurdo", suele decir.

Benegas

Vera, seg¨²n fuentes socialistas, intent¨® convencer al ministro del Interior, Antoni Asunci¨®n, de que mantuviera la pol¨ªtica de di¨¢logo con ETA por la v¨ªa del dirigente etarra confinado en Par¨ªs, Jos¨¦ Luis Arrieta Zubimendi, Azkoiti. Vera lleg¨® a proponer a Asunci¨®n que incorporara a esta v¨ªa de di¨¢logo al presidente del Partido Socialista de Euskadi (PSE-EE) y secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Txiki Benegas. Asunci¨®n se neg¨® en redondo a esta propuesta. Personas pr¨®ximas a Vera aseguran que el secretario de Estado se limit¨® a defender los contactos con la organizaci¨®n Elkarri como la m¨¢s consolidada para dialogar con ETA y, en este sentido, record¨® los contactos que Benegas ha mantenido con el l¨ªder de dicha asociaci¨®n, Jonan Fern¨¢ndez.

La v¨ªa ensayada por Vera de intentar el di¨¢logo con Azkoiti y escindir a ETA ha fracasado, en opini¨®n de Asunci¨®n coincidente con J¨¢uregui y Onaindia. El ensayo es ahora otro, informa Luis Rodr¨ªguez Aizpeolea.

Asunci¨®n ha avalado la propuesta de los socialistas vascos de desterrar la v¨ªa del di¨¢logo con ETA y protagonizar la negociaci¨®n pol¨ªtica con HB, iniciativa ya criticada por el PP y los sindicatos policiales. Ram¨®n J¨¢uregui y Mario Onaindia insisten en que no se puede dejar fuera de la circulaci¨®n pol¨ªtica a una fuerza que viene a representar entre el 15% y el 20% de los votos desde hace 14 a?os y darle el protagonismo a una banda armada cuya direcci¨®n tiene cada vez menor peso desde la detenci¨®n de su c¨²pula en Bidart.