La peligrosidad del guardarra¨ªl

En relaci¨®n con el accidente sufrido por Andr¨¦s P¨¦rez Rubio, a la atenci¨®n prestada al mismo por los medios de comunicaci¨®n, y aunque desconozco las circunstancias del caso, quisiera hacer una llamada sobre la peligrosidad del guardarra¨ªl -en su configuraci¨®n actualpara- los motoristas que sufren una ca¨ªda en alg¨²n tramo protegido por estos dispositivos.Desgraciadamente, las amputaciones traum¨¢ticas de alg¨²n, miembro causadas por el guardarra¨ªl, aunque raras, no pueden considerarse excepcionales. Personalmente he podido observar cuatro casos, ya presentados en reuniones traumatol¨®gicas, y existen publicaciones (doctores Frei, Vogt, Burri) que describen lesiones similares.

Las explicaciones le¨ªdas en la prensa ofrecidas por el Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo exculpando al guardarra¨ªl, basadas en la inclinaci¨®n exterior del mismo, de ben ser desechadas a la vista de la experiencia y las manifestaciones de los accidentados: las lesiones no se poducen por un impacto perpendicular al guar darra¨ªl, sino tangencialmente a ¨¦ste. Adem¨¢s, otras muchas fracturas y lesiones se agravan por el guardarra¨ªl, siendo especialmente peligroso el espacio entre el suelo y el borde inferior, del mismo, lugar por donde puede introducirse parcialmente el cuerpo del accidentado llegando a producir lesiones mortales, incluso en circuitos de competici¨®n (Rolf Ruttiman, 125ccI, Rijeka 1983).

Los pilotos motociclistas no los quieren en sus circuitos, pero si hay que mantenerlos en las carreteras, deber¨ªan ser adaptados prolong¨¢ndolos hasta el suelo, e idealmente con protectores deformables.

Creo que la colaboraci¨®n entre el personal sanitario y las autoridades de Tr¨¢fico deber¨ªa abarcar estas cuestiones. Ojal¨¢ que el se?or P¨¦rez Rubio, a quien deseo una pronta recuperaci¨®n, sea el ¨²ltimo motorista herido por las causas arribadescritas.-