Rockeros con corbata
30 a?os despu¨¦s, Los Diablos Rojos vuelven a escena vestidos de ejecutivos
Como hace 30 a?os, tocan todas las semanas para el p¨²blico y se siguen llamando Los Diablos Rojos, aunque no todos ellos formaron parte de ese grupo de los primeros a?os sesenta. Francis Cervera, por ejemplo, toc¨® con Aguaviva; Francisco Coronel y F¨¦lix Butrague?o provienen de Los Wanguard, y Javier Navarro y Guillermo Polo estuvieron con Los Diablos Rojos y luego formaron el d¨²o Almas Humildes. En aquellos a?os, adem¨¢s de m¨²sicos, eran tambi¨¦n estudiantes universitarios. Hoy, adem¨¢s de altos ejecutivos, siguen siendo m¨²sicos.Los cinco Diablos Rojos de los noventa tocan todos los jueves en un local de Madrid desde hace ocho meses. El jueves pasado, Javier Navarro estaba reci¨¦n llegado de Par¨ªs. Ocupa un puesto de responsabilidad como inform¨¢tico en una empresa y en Los Diablos Rojos es el guitarra -"guitarra solista, como se dec¨ªa antes", aclara-.
La voz del grupo, Francisco Coronel, es el jefe de di¨¢lisis de uno de los hospitales m¨¢s gran des de Madrid. Francis Cervera, el bajo, es ahora inform¨¢tico, y F¨¦lix Butrague?o es empresario, adem¨¢s de la otra guitarra del grupo.
Decidieron volver a unirse para tocar hace 12 a?os. Desde entonces han dado conciertos de manera espor¨¢dica por toda Espa?a. "Se me ocurri¨® seguir haciendo m¨²sica. Habl¨¦ con gente que quer¨ªa hacer lo mismo, pero que no se atrev¨ªa a dar el primer paso, y montamos este tinglado", cuenta Guillermo Polo, cabecilla y bater¨ªa del grupo.
Almas Humildes
Hace 24 a?os, este economista fue n¨²mero uno de las listas musicales del momento con Almas Humildes. Hoy se ha convertido en el director del departamento de recursos humanos de una empresa.Ninguno de ellos ten¨ªa pensado enfocar su vida profesional a la m¨²sica. "Por eso lo dejamos", explica Guillermo Polo. Sus actuaciones de ahora, sin embargo, se las toman tan en serio como cuando grababan discos.
"?Que qu¨¦ tocamos? Todo el repertorio de los a?os sesenta, rock and roll", dicen, aunque tambi¨¦n tienen alg¨²n tema propio. El caso es que todo lo que tocan le resulta familiar a j¨®venes y menos jovenes: Suzie Q, Love me tender, When the saints y muchas m¨¢s, porque su repertorio es enorme.
Los Diablos Rojos casi no ensayan, su trabajo se lo impide. "Un d¨ªa dice uno: '?Por qu¨¦ no probamos ¨¦sta?'. Y a partir de ese momento forma parte de nuestro repertorio", explican. Lo importante para ellos es la espontaneidad y seguir haciendo m¨²sica.
Si alguna vez falla alguien, enseguida encuentran un suplente, seg¨²n cuenta Guillermo, aunque reconoce que, al principio, no fue del todo f¨¢cil reunir al grupo.
"Era dif¨ªcil que la gente supiera diferenciar el estatus profesional de esta historia", dice. "Se trata de hacer algo que a todos nos gusta alternando nuestra vida profesional", a?ade, y asegura tambi¨¦n que lo de menos es el dinero que cobran. Su p¨²blico de ahora es, seg¨²n dicen ellos, el mismo que ten¨ªan antes.
Cuentan que en una ocasi¨®n tocaron todo el repertorio de Los Beatles. "Empezamos a las once de la noche y terminamos a las seis de la ma?ana".
Los Diablos Rojos tocan los jueves a las 24.00 en el pub Segundo Jazz. Comandante Zorita, 8. Entrada libre.
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