Nueva Rep¨²blica, nuevas reglas

Hay pol¨¦mica sobre el hecho de que en Italia vaya realmente a nacer inmediatamente una Segunda Rep¨²blica, aunque nadie duda de que la primera ha muerto.El polit¨®logo Norberto Bobbio, por ejemplo, razonaba ayer en las p¨¢ginas de La Stampa, que el tr¨¢nsito ser¨¢ todav¨ªa largo. Un cambio de sistema, indicaba, requiere bastante m¨¢s que la purga o relevo sustancial del grupo dirigente que se producir¨¢ dentro de dos meses, con las elecciones legislativas convocadas ayer por el presidente de la Rep¨²blica italiana.

Cuestiones que el pa¨ªs tiene pendientes en ese sentido son el modelo futuro de un Estado puesto en cuesti¨®n por el proyecto federalista de la Liga Norte; el eventual reforzamiento del Gobierno, para el que varios partidos barajan la elecci¨®n directa de un primer ministro, y la reorganizaci¨®n de las fuerzas pol¨ªticas con vistas a una alternancia entre dos polos b¨¢sicos.

Por el momento, existe s¨®lo la base fundamental para esos grandes cambios: el viejo sistema proporcional que distribu¨ªa la composici¨®n de la C¨¢mara de Diputados casi exactamente en las cuotas de voto otorgadas por los electores a los distintos partidos ha sido sustituido por un sistema uninominal y mayoritario a una vuelta, en el que cada partido presenta un s¨®lo candidato por distrito electoral, siendo elegido el que obtenga m¨¢s votos populares.

Se trata aproximadamente del mismo sistema que en el Reino Unido ha facilitado tradicionalmente la alternancia, interrumpida desde hace dos d¨¦cadas, de laboristas y conservadores. Es un sistema en el que la personalidad del candidato, que no se camufla en una lista de partido, adquiere gran importancia.

Esto explica la previsi¨®n de que los parlamentarios bajo investigaci¨®n judicial no sean reelegidos, as¨ª como las normas estrict¨ªsimas que han sido aprobadas para limitar los gastos electorales y espacios publicitarios otorgados a cada candidato.