A prop¨®sito de Concepci¨®n Arenal

Da la impresi¨®n a veces de que lo que no sucede en Madrid o en Barcelona no sucede. Y no es as¨ª. En cualquier parte de Espa?a se producen todos los d¨ªas acontecimientos m¨¢s o menos relevantes. No dejan de suceder por el hecho de que los medios de comunicaci¨®n de difusi¨®n estatal no los recojan. Viene esto a cuento de la carta de Juli¨¢n Olivera sobre el vergonzosamente olvidado centenario de la muerte de Concepci¨®n Arenal. No se hizo casi nada, pero s¨ª algo m¨¢s de lo que ¨¦l cree que se hizo. El Ayuntamiento de Ferrol, ciudad natal de la insigne pensadora, organiz¨® diversos actos oficiales y p¨²blicos, entre ellos una unidad did¨¢ctica y una interesante exposici¨®n monogr¨¢fica. La investigadora, gallega Manuela Santalla public¨® en Encrucillada -revista gallega de pensamiento cristiano- un ensayo titulado Una pensadora cat¨®lica olvidada: Concepci¨®n Arenal, Televisi¨®n de Galicia le dedic¨® un programa, Concepci¨®n Arenal, pensamiento e acci¨®n, realizado con dignidad y convencimiento. Diversas asociaciones de juristas y abogados honraron la memoria de la ilustre penalista con ofrendas florales y breves discursos. En algunas c¨¢rceles gallegas se promovieron homenajes a quien fue la m¨¢s firme defensora de los derechos de los presos. Se hicieron algunas cosas m¨¢s, pero no se hizo lo que ser¨ªa m¨¢s importante: volver sobre el pensamiento adelantado y valiente de Concepci¨®n Arenal, reeditar sus obra s¨ª que s¨®lo es posible encontrar en algunas bibliotecas, y sentir y difundir el orgullo de compartir ciudadan¨ªa con una mujer universal.El pensamiento de Concepci¨®n Arenal y la vigencia que conserva en tantos aspectos la convierten en una figura absolutamente c¨¢lida y reconfortante, especialmente en un tiempo, este nuestro, en el que (con saludables excepciones, como Aranguren, Juan Goytisolo, Umbral, V¨¢zquez Montalb¨¢n y algunos, pocos, m¨¢s) la mayor parte de los llamados intelectuales circulan con orejeras y ronzal, obedientes, sumisos, acr¨ªticos. y descomprometidos con la realidad. Quien quiera. ejemplos, que los busque en los titulares de los peri¨®dicos.

Es absolutamente cierto, como dice Juli¨¢n Olivera, que el centenario de Concepci¨®n Arenal se perdi¨® en un vergonzoso silencio. -Isabel Alvarez Lorenzo.