La junta de Myanmar retira la guardia ante la residencia de la Nobel de la Paz
La junta militar de Myanmar (antigua Birmania) ha retirado la guardia que vigilaba la residencia en Rang¨²n de la dirigente opositora y premio Nobel de la Paz Aung Sann Suu Kyi, condenada a arresto domiciliario desde 1989, seg¨²n informaron ayer fuentes diplom¨¢ticas occidentales en esta capital. Es la primera vez que el Consejo de Estado para el restablecimiento de la Ley y del Orden (SLORC, nombre oficial de la junta) adopta una medida de este tipo desde la detenci¨®n de la dirigente, de 49 a?os, cuya liberaci¨®n han exigido diversos Gobiernos y organizaciones internacionales.Las autoridades de Rang¨²n no dieron ayer ninguna explicaci¨®n oficial del hecho que, seg¨²n diplom¨¢ticos de esta capital, podr¨ªa responder a una maniobra para hacer m¨¢s discreto el castigo al que se halla sometida la mujer galardonada con el Nobel de la Paz de 1991. Son numerosos los turistas que visitan Rang¨²n que, a menudo, incluyen en sus recorridos el paseo por la avenidad de la Universidad para fotografiar la casa de Aung. Otras fuentes occidentales tambi¨¦n se han pronunciado en este sentido al excluir la posibilidad de que la retirada de la guardia implique la devoluci¨®n de la libertad de movimiento a Aung.
Rang¨²n es, adem¨¢s, desde el pasado martes escenario de la reuni¨®n de unos 700 delegados de todo el pa¨ªs para la convenci¨®n nacional destinada a elaborar una nueva Constituci¨®n supuestamente m¨¢s democr¨¢tica.
El partido de Aung, la Liga Nacional para la Democracia, logr¨® una victoria aplastante en los comicios que los militares permitieron se celebrasen en mayo de 1990, tras la sangrienta represi¨®n de una amplia sublevaci¨®n popular a favor de la democratizaci¨®n ocurrida en 1988. Sin embargo, esos mismo militares se negaron a aceptar el veredicto de las urnas y a abandonar el poder.
La detenci¨®n de Aung, hija del h¨¦roe de la independencia birmana Aung San, deber¨ªa terminar el pr¨®ximo mes de julio seg¨²n la sentencia que la conden¨®. Sin embargo, el hombre fuerte de la junta militar, el general Jin Nyunt, se neg¨® recientemente a garantizar el cumplimiento de dicha disposici¨®n.
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