Hosokawa amenaza con dimitir si fracasa su plan anticorrupci¨®n

El primer ministro japon¨¦s, Morihiro Hosokawa, incapaz de llegar a un acuerdo con la oposici¨®n sobre el contenido de la reforma pol¨ªtica y amenazado por los socialistas si lo suscribe cediendo aspectos fundamentales, se mostr¨® ayer dispuesto a dimitir en el caso de que fracasen los cuatro proyectos de ley promovidos por los partidos de la coalici¨®n gubernamental contra la corrupci¨®n pol¨ªtica, los esc¨¢ndalos y el fraude electoral. Hosokawa subray¨® que es el momento de convencer al mundo de que Jap¨®n ha madurado democr¨¢ticamente y record¨® tambi¨¦n algo en lo que coinciden los corros financieros y empresariales: la situaci¨®n econ¨®mica y la credibilidad del pa¨ªs est¨¢n sufriendo con la confusi¨®n.

"En absoluto pretendo permanecer como primer ministro si fracasan las reformas que he prometido al pueblo de Jap¨®n", declar¨® Morihiro Hosokawa en una intervenci¨®n de siete minutos desarrollada durante el acto de presentaci¨®n, celebrado en Tokio, de un Comit¨¦ de Defensa de la Reforma, integrado por acad¨¦micos y empresarios comprometidos con unos cambios que la oposici¨®n conservadora en el Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD) trata de desvirtuar.El pasado viernes, las propuestas de reforma fueron rechazadas por el pleno de Senado, por 130 votos contra 118, con la ayuda de 17 desertores socialistas, y anoche continuaban siendo debatidos por un comit¨¦ conjunto de las dos c¨¢maras legislativas formado por diez diputados partidarios de que salga adelante la reforma y otros diez que defienden la Posici¨®n contraria.

Revisadas a toda prisa, las reformas originalmente propuestas modifican las estructuras que permitieron el dominio pol¨ªtico liberal durante 38 a?os consecutivos. Acab¨® este largo mandato cuando, despu¨¦s de las elecciones generales celebradas el pasado julio, siete partidos lograron coligarse para arrebatar el poder al PLD.

El Parlamento japon¨¦s, cuyo funcionamiento se prorrog¨® seis semanas en diciembre, a la vista de las dificultades para llegar al tradicional consenso nacional, concluye ma?ana su per¨ªodo anual de sesiones sin que Hosokawa, que trata de movilizar a la opini¨®n p¨²blica en defensa de sus propuestas, est¨¦ dispuesto a renunciar a la esencia de aquellas que alteran la corrompida forma de hacer pol¨ªtica en Jap¨®n.El principal proyecto de ley, a juzgar por la pol¨¦mica que ha provocado, prohibe las donaciones econ¨®micas de las empresas a los candidatos, fuente de todos los males.