Pena m¨ªnima de 8 y 10 a?os de c¨¢rcel para los ni?os asesinos de James Bulger

Robert Thompson y Jon Venables, los dos ni?os de 11 a?os que asesinaron a un peque?o de dos en Liverpool, podr¨¢n quedar en libertad en cuesti¨®n de una d¨¦cada. El juez Morland, que les conden¨® a cadena perpetua, emiti¨® el mi¨¦rcoles la recomendaci¨®n de que Thompson cumpliera un m¨ªnimo de 10 a?os y Venables, un m¨ªnimo de ocho. La c¨¢rcel a perpetuidad es s¨®lo una figura jur¨ªdica y, en la pr¨¢ctica, las recomendaciones del juez equivalen a la condena real. Ralph y Denise Bulger, padres de la v¨ªctima, se declararon "asqueados" por "la levedad del castigo impuesto" y anunciaron una campa?a para que los asesinos permanezcan encarcelados de por vida.

En el momento de anunciar las dos cadenas perpetuas por asesinato, el pasado 24 de noviembre, el juez Morland afirm¨® que Venables y Thompson habr¨ªan de permanecer encerrados "por muchos, muchos a?os". El p¨²blico y parte de la prensa brit¨¢nica dedujeron de esa frase que los dos ni?os, ambos de 11 a?os, pasar¨ªan al menos 20 a?os en la c¨¢rcel. Pero ya durante el juicio, a lo largo del cual los acusados fueron conocidos solamente como A y B, personas pr¨®ximas al juez sugirieron que, de emitir el jurado un veredicto de culpabilidad, la condena real rondar¨ªa los diez a?os, tal como inform¨® en su d¨ªa este peri¨®dico.Los dos ni?os fueron condenados por el mismo delito y en iguales t¨¦rminos, pero el juez Morland hizo el mi¨¦rcoles una clara distinci¨®n entre Thompson y Venables. Al primero, que en el juicio se perfil¨® como probable instigador y cuya fr¨ªa y dur¨ªsima personalidad impresion¨® hasta a los polic¨ªas, le fij¨® un m¨ªnimo de 10 a?os. Al segundo, un cr¨ªo de reacciones m¨¢s normales y m¨¢s f¨¢cilmente rehabilitable seg¨²n los psiquiatras que le examinaron, le impuso ocho, dos menos que a Thompson.

Buen comportamiento

Los dos a?os de diferencia son cruciales, sobre todo teniendo en cuenta que lo que se recomienda es un m¨ªnimo y que el Ministerio del Interior puede alargar indefinidamente la condena si, de acuerdo con los psic¨®logos, el ministro considera que su excarcelamiento podr¨ªa entra?ar alg¨²n riesgo para la sociedad.El panorama para Venables se presenta relativamente esperanzador: con buen comportamiento, y con un informe psicol¨®gico favorable, podr¨ªa estar en la calle a los 19 a?os. Thompson lo tiene peor, porque sus dos a?os de m¨¢s constituyen una clara se?al de que el juez le considera m¨¢s culpable que a Venables y, por tanto, m¨¢s peligroso.

Los psic¨®logos que le trataron desde su detenci¨®n, en febrero pasado, se?alaron repetidamente que Thompson era un caso especialmente dif¨ªcil. Alguno de ellos coment¨® que Thompson, nacido en una familia muy pobre, ca¨®tica, numerosa y violenta, podr¨ªa llegar a encontrarse c¨®modo en la c¨¢rcel y convertirse, con el tiempo, en una persona incapaz de vivir libre.

Al menos hasta los 16 a?os, Venables y Thompson permanecer¨¢n en distintos centros de m¨¢xima seguridad para menores, al cuidado de asistentes sociales y pedagogos. Sus familias han cambiado de nombre y de ciudad.