La luz en P¨¦rez Maseda

Esta semana, Aldo Ceccato ha unido al Chaikovski expansivo del Concierto para viol¨ªn -protagonizado por el gran Dimitri Sitovestki, hijo de la pianista Bella Davidovich- no con Stravinski sino con el espa?ol Eduardo P¨¦rez Maseda, un talento y una sensibilidad siempre agudas e inquietantes. Su producci¨®n es atractiva, s¨®lida y rigurosa del mismo modo que lo sor? sus meditaciones que se extienden desde los pentagramas hasta el pensamiento human¨ªstico bien testimoniado en sus amplias inquisiciones sobre Wagner, su entorno y su. trasfondo.Regreso a la luz, la obra presentada ahora y escrita por encargo de la OCNE, vuelve sobre materiales de la ¨®pera Luz de oscura llama, ¨ªntima aureola sanjuanista sobre texto po¨¦tico de Clara Jan¨¦s, estrenada en el Olimpia en abril de 1991. No estamos ante una soluci¨®n c¨®moda, ni tampoco ante ninguna actitud complaciente con lo ya hecho, sino frente a la necesidad, por parte del compositor, de dar nuevas expresiones a ideas de ayer mismo.

La media hora larga de la pieza orquestal queda lejana en su conjunto de la formulaci¨®n dram¨¢tica de la ¨®pera y el propio compositor declara que ni la creaci¨®n, ni el conocimiento de la visi¨®n dram¨¢tica condicionan la precepci¨®n de Regreso a la luz como m¨²sica pura.

Eduardo P¨¦rez Maseda maneja el gran conjunto orquestal, rico, diversificado y mesurado, con dominio, claridad y sonoridades personals dentro de una textura l¨²cida que no sabe de sombras ni tinieblas. Su misterio no es el de la noche, sino el de la luz; que tambi¨¦n cabe meditar en la soledad sonora del mediod¨ªa. As¨ª lo ha hecho P¨¦rez Maseda a partir de sus propias iluminaciones para llegar a la creaci¨®n de hondas bellezas musicales.