Limitadas las donaciones de las empresas

La reforma, en su redacci¨®n original, prohib¨ªa las donaciones de las empresas a los pol¨ªticos al haber quedado demostrado que por esta v¨ªa se cuela la corrupci¨®n en Jap¨®n. El intercambio de dinero a cambio de favores pol¨ªticos se hab¨ªa convertido en una mal end¨¦mico.Despu¨¦s del compromiso alcanzado entre los liberales y el Gobierno, la ley autoriza a las empresas una entrega m¨¢xima de 500.000 yenes al a?o (m¨¢s de 600.000 pesetas), ¨²nicamente durante el pr¨®ximo lustro. Adem¨¢s, ser¨¢n desembolsados a trav¨¦s de un grupo de apoyo, a fin de que las transferencias sean m¨¢s controlables. No ser¨¢ f¨¢cil, sin embargo, la ejecuci¨®n del objetivo.

Los partidos, que podr¨¢n ingresar determinadas donaciones, recibir¨¢n del Estado una cantidad igual o menor al 40% de los gastos demostrados en la ¨²ltima campa?a electoral. La coalici¨®n hab¨ªa propuesto crear un fondo oficial de 30.900 millones de yenes que ser¨ªa distribuido proporcionalmente al n¨²mero de esca?os obtenidos.

Hasta ahora, los partidos se han financiado con sus propios medios, pero al ser las campa?as tan caras, los suministros de las empresas eran bienvenidos y despu¨¦s recompensados.

Un total de 300 diputados, de los 500 que integrar¨¢n la nueva C¨¢mara baja, ser¨¢n elegidos mediante votaci¨®n directa a un candidato en distritos de un ¨²nico esca?o, mientras que 200 lo ser¨¢n por representaci¨®n proporcional en votaci¨®n a listas de partido. La coalici¨®n prefer¨ªa la relaci¨®n 274-226.

Los electores depositar¨¢n en las urnas dos papeletas: una para el candidato espec¨ªfico que quieran votar en cada distrito electoral, y la otra para el partido elegido en una lista proporcional dividida en 11 circunscripciones regionales. La oposici¨®n hab¨ªa planteado que una s¨®la lista a escala nacional.

Para desanimar la proliferaci¨®n de partidos peque?os, cualquiera de ellos deber¨¢ sumar al menos el 2% de los sufragios en la votaci¨®n proporcional para poder optar al Parlamento. La coalici¨®n trat¨® de que el porcentaje fuera del 3%, pero el PLD, interesado en la dispersi¨®n del voto opositor, impuso un 1% menos.