Extremada propuesta
Desde que el arte fue inoculado con el virus de los juegos ling¨¹¨ªsticos, algunos artistas se han preocupado m¨¢s por el proceso creativo que por las cualidades pl¨¢sticas de sus trabajos, de tal manera que la obra de arte se desmaterializa o se convierte en met¨¢fora visual de un concepto o idea. En este contexto, falsamente denominado arte conceptual, se sit¨²a la obra de Dar¨ªo Corbeira, artista que, con el paso del tiempo, ha ido extremando sus propuestas y depurando un lenguaje pl¨¢stico propio.En la exposici¨®n anterior, partiendo de las ideas abstractas de orden, desorden y azar, presentaba obras relacionadas con la enfermedad, entendida ¨¦sta como una situaci¨®n de desorden en el funcionamiento de! la m¨¢quina vital. En la exposici¨®n que presenta actualmente mantiene el mismo tema, pero hay algunos cambios cualitativos que la sit¨²an en otro plano muy diferente.
Dar¨ªo Corbeira
Lupus. Galer¨ªa Juana Mord¨®. Villanueva, 7. Madrid. Hasta el 26 de febrero.
Ahora parte de una enfermedad concreta, el lupus, de origen incierto y desconocido, sobre la que ilustra cuatro momentos de su proceso: los s¨ªntomas, el diagn¨®stico, el tratamiento y la cura, de forma que cada uno es materializado en una obra diferente, aunque relacionada con las otras, que toma por t¨ªtulo el momento que representa.
En esta exposici¨®n convergen diferentes interpretaciones sobre el arte entre las que lo concret¨®; lo m¨¢gico, lo real, lo ling¨¹¨ªstico y lo abstracto tejen y configuran unas obras que sirven a la liturgia de un extra?o ritual personal del artista, una especie de exorcismo laico que tiene ra¨ªces biogr¨¢ficas.
Presentaci¨®n de lo real
Pero el espectador en la galer¨ªa de arte, ajeno a esos ritos, se enfrenta a objetos ciertos dotados de una forma f¨ªsica determinada que no pretenden ser meras representaciones, sino que se imponen como realidad o como modelos de realidad. La exposici¨®n sugiere un discurso argumental que es expuesto como una promenade, a trav¨¦s de la cual Dar¨ªo Corbeira pretende situar al espectador ante situaciones f¨ªsicas con el fin de que pueda experimentar sobre su cuerpo sensaciones que van desde el calor real de la fiebre, en Los s¨ªntomas, hasta la luz, tan metaf¨®rica como f¨ªsica, del camino de esperanza que ilumina El diagn¨®stico.A pesar de la objetividad de la propuesta y de su hilo argumental, no se trata de una instalaci¨®n, tal y como se entiende el g¨¦nero, sino de cuatro obras referenciales y aut¨®nomas que son presentadas en la galer¨ªa de arte con una cierta teatralidad hospitalaria, donde la blancura y la asepsia del montaje contribuyen a crear una atm¨®sfera de enso?aci¨®n o, mejor, de pesadilla, efecto que se encuentra redundantemente ilustrado, de forma literal, por una almohada de escayola en la obra titulada La cura.
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