Los universitarios no se atreven a denunciar a los profesores que se apropian de sus trabajos
La Complutense de Madrid reconocer¨¢ los derechos de autor de los estudiantes
"El profesor nos encarga trabajos que utiliza luego en sus seminarios", afirman a menudo numerosos universitarios, atenazados por el temor a represalias a la hora de protestar. A veces el profesor pide traducciones, otras fichas o determinada informaci¨®n de la hemeroteca. El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Gustavo Villapalos, ha contactado con su hom¨®logo en la Polit¨¦cnica de Catalu?a por la normativa aprobada por esta universidad la pasada semana sobre propiedad intelectual de los ejercicios. "Desarrollaremos una normativa similar", anuncia.
Gustavo Villapalos justifica su iniciativa: "Hay bastantes casos de plagio de este tipo de trabajos. Los derechos de autor deben estar regulados para que se acoja a ellos el estudiante que lo considere necesario".Un gran n¨²mero de universidades espa?olas -entre las que se encuentran la de Extremadura, la Aut¨®noma de Madrid, la Polit¨¦cnica de Madrid y la de Zaragoza, aseguran que no se ha abierto ni un solo expediente a un profesor por plagiar el trabajo de un alumno en los ¨²ltimos a?os. En cambio, los responsables de la Universidad Complutense de Madrid han declarado que se han denunciado a la inspecci¨®n de servicios de este centro seis casos de profesores, -lo que supone el 1% del total del profesorado-, acusados de plagiar trabajos de sus alumnos en los ¨²ltimos a?os.
Por lo general, los propios estudiantes salen corriendo de los periodistas despu¨¦s de comentar quejas de este tipo sobre sus profesores. "Tenemos miedo a las represalias de los profesores, porque no nos sentimos respaldados" explicaba Nieves, una alumna de Pedagog¨ªa de la Complutense de Madrid. Los alumnos consideran fundamental que se establezcan normativas sobre dos cuestiones: los derechos de autor de los ejercicios docentes y la figura del defensor del estudiante.
Los alumnos de Sociolog¨ªa o de Inform¨¢tica de la Complutense podr¨¢n cobrar pronto derechos de autor por los trabajos o programas que hagan y que sean utilizados para fines ajenos a su evaluaci¨®n.
Pero ?qu¨¦ pasa con los peque?os trabajos que se encargan a los alumnos y que luego utilizan los profesores para fines distintos a la evaluaci¨®n de la asignatura, como la elaboraci¨®n de fichas, recopilaci¨®n de informaci¨®n en hemerotecas o traducciones?
Compensaci¨®n econ¨®mica
Seg¨²n Villapalos, habr¨ªa que recoger tambi¨¦n en la normativa la obligaci¨®n de los docentes a mencionar las aportaciones de los alumnos en los trabajos o publicaciones y la necesidad de que el estudiante reciba una compensaci¨®n econ¨®mica si su contribuci¨®n es m¨¢s importante".Pero los alumnos se quejan de que es dif¨ªcil demostrar que se han hecho muchos de esos trabajos. Los licenciados son los que tienen menos miedo a contarlos. Un antiguo alumno de Filosof¨ªa de la Complutense cuenta un ejemplo: "Un profesor, ya jubilado, encargaba trabajos a peque?os grupos de estudiantes, como hacer bibliograf¨ªas en el ordenador o traducciones, y a cambio les regalaba la nota".
Otra licenciada en Ciencias de la Informaci¨®n cuenta que un profesor de la asignatura de Relaciones Internacionales le ofreci¨® que recopilara informaci¨®n sobre un tema concreto y que fuera meti¨¦ndosela en el ordenador. "Me vino de perlas", recuerda. El profesor me llam¨® a mi casa para decirme que no hac¨ªa falta que estudiara para el examen, porque me aprobaba directamente".
Un compa?ero de la anterior explica que, cuando estudiada segundo curso, un profesor encarg¨® a toda su clase que fuera a la hemeroteca y recopilara una determinada informaci¨®n. "Cada uno ten¨ªa que rastrear un periodo de un par de a?os. Al cabo de un tiempo, el profesor public¨® un libro con la documentaci¨®n que hab¨ªamos recopilado entre todos, pero no pod¨ªamos demostrarlo".
En Valencia, la Carta de Drets i Deures (Carta de Derechos y Deberes) de los estudiantes de la Universidad de Valencia, que fue aprobada el pasado mes de octubre, incluye un art¨ªculo relativo a la propiedad intelectual, en el que se afirma que los alumnos tienen derecho a la propiedad intelectual y la autor¨ªa. Esta instituci¨®n acad¨¦mica es como un Tribunal de Greuges (Tribunal de Agravios) donde se resuelven los problemas que plantean los estudiantes, profesores y trabajadores. La Universidad Polit¨¦cnica de Valencia ha emitido en alguna ocasi¨®n instrucciones sobre la utilizaci¨®n por parte de los docentes de trabajos de alumnos, seg¨²n el defensor de la comunidad universitaria, Jos¨¦ Soler. "A veces", explica, "las pr¨¢cticas abusivas de los profesores cuentan con la complicidad de los estudiantes, que as¨ª saben que pueden garantizarse el aprobado".
La Universidad de Salamanca no se ha planteado ning¨²n problema relacionado con denuncias sobre utilizaci¨®n de trabajos de alumnos por parte de profesores, seg¨²n representantes hist¨®ricos de los alumnos, informa Ignacio Francia. El vicesecretario general de la universidad, Jos¨¦ Rodr¨ªguez Pimentel, dice que reconocer los derechos de los alumnos "es una aportaci¨®n interesante, incluso importante, que ser¨ªa bueno que se planteara ante junta de gobierno y claustro. La apruebo".
Muchos universitarios catalanes admiten conocer casos de profesores que "se han aprovechado", pero no se atreven a hablar, informa Teresa Cendr¨®s. Sobre la normativa de propiedad intelectual de los trabajos de los estudiantes aprobada por la Polit¨¦cnica de Catalu?a, Antonio Sevillano, alumno de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, opina que no se ha regulado antes porque los alumnos han reivindicado temas m¨¢s materiales, olvidando lo ¨¦tico.
Defensor del alumno
"Es necesario que se establezca la figura del defensor del estudiante para que los alumnos tengan a qui¨¦n recurrir sin miedo a que los profesores tomen represalias", opina un licenciado en Ciencias de la Informaci¨®n.
En algunas universidades, como las de Valencia o Le¨®n, ya existe una figura parecida. Le¨®n fue la primera en crear un Defensor de la Comunidad Universitaria, al que pueden acudir tanto alumnos como docentes. ?ste es uno de los primeros temas que abordar¨¢ el claustro reci¨¦n renovado de la Universidad Complutense de Madrid.
"Es dif¨ªcil encontrar a alguien imparcial y que inspire cierta confianza a los alumnos", opina Villapalos. "El candidato deben proponerlo los propios estudiantes, pero puede ocupar ese puesto alguno de los profesores que se han dedicado m¨¢s a los estudiantes, y habr¨ªa que eximirle de una parte de la carga docente".
Sin embargo, el vicerrector de estudiantes de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, Nicol¨¢s Serrano, considera que la defensa del estudiante Ia asume en la actualidad la delegaci¨®n de alumnos, que funciona bien, con lo que no es preciso otro defensor, aunque no me parece mal".
B¨¢rbara Areal, del Sindicato de Esudiantes, considera ue con la delegaci¨®n e alumnos no basta, orque los estudiantes no recurren a ella para cuestiones como el plagio de los trabajos. "Ser¨ªa mejor crear una comisi¨®n que sea paritaria, que garantice a los alumnos el anonimato".
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