La anorexia y la bulimia se relacionan con carencias infantiles, seg¨²n un estudio
La falta anormal de apetito en la adolescencia tiene ra¨ªces gen¨¦ticas
Los malos tratos o el abandono de los padres sufrido durante la infancia explican de los des¨®rdenes alimentarios m¨¢s comunes entre las adolescentes, la bulimia (apetito que con nada se satisface). Por el contrario, su reverso, la anorexia (falta anormal de apetito) puede tener ra¨ªces gen¨¦ticas. A esta conclusi¨®n ha llegado en Londres la psiquiatra UIrike Schmidt, autora de un estudio que incluye a 200 mujeres que han padecido dichas alteraciones.
A pesar de haber llegado a esta conclusi¨®n, la investigadora asegura que sin la presi¨®n social que rodea a la gordura y a las dietas para adelgazar, dichas anomal¨ªas no se producir¨ªan con tanta frecuencia.Los an¨¢lisis m¨¢s recientes se?alan que cerca de un 2% de las adolescentes sufre bulimia. La anorexia, por su parte, tiene resultados fatales entre un 10% y un 20% de los casos.
Los historiales de las mujeres analizados por Ulrike Schmidt, durante los ¨²ltimos cinco a?os, demuestran que un 45% de las primeras hab¨ªa sido golpeada, abandonada en casa al cuidado de sus hermanos peque?os o padecido castigos demasiado duros durante su infancia. Un 20% de las que sufr¨ªa anorexia ten¨ªa recuerdos similares. En ambos casos, un 30% fue objeto de repetidos abusos sexuales. Un 10% de las pacientes soport¨® asaltos protagonizados por sus padres, t¨ªos o hermanos.
Hermanos gemelos
Durante la presentaci¨®n de su estudio ante el Colegio de Psiquiatr¨ªa de Londres, Ulrike Schmdt fue muy expl¨ªcita al relatar algunos de los castigos impuestos a las j¨®venes bul¨ªmicas. Dijo que se les hab¨ªa prohibido recibir amigos en casa. Tambi¨¦n fueron encerradas en el desv¨¢n o en sus habitaciones durante varios d¨ªas. Una de ellas, seg¨²n Schmdt, tuvo que ingerir heces de perro por una falta trivial.Seg¨²n la psiquiatra, todo ello indica que la bulimia puede convertirse en una forma de respuesta a una infancia desgraciada. Otro estudio sobre madres e hijas, ambas con una ni?ez problem¨¢tica ha demostrado que la depresi¨®n de la primera se transforma en una alteraci¨®n alimentar¨ªa en el hijo.
En cuanto a la anorexia, las pruebas realizadas con gemelos sugieren un origen gen¨¦tico. Si un gemelo es anor¨¦xico, el otro tiene muchas m¨¢s probabilidades de serlo que cualquiera de sus hermanos.
Schinidt no ha querido que sus conclusiones oscurezcan otro de los problemas observados a la hora de enfrentarse a la anorexia. Se trata de la necesidad de seguir una dieta estricta, de estar delgada a toda costa. Conseguir el tipo ideal, con cuerpos casi esquem¨¢ticos a veces, acaba convirti¨¦ndose en una manera de ocultar o combatir la propia infelicidad.
En Espa?a, seg¨²n datos de 1993, la incidencia de la anorexia alcanza entre los 30 a 40 casos por 100.000 habitantes, de los que en un 90% son mujeres. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, en 1992 hab¨ªa 1.700 chicas y 165 chicos entre 12 y 19 a?os con diagnosis de anorexia nerviosa. Otros 9.000 sufr¨ªan diversos trastornos incompletos de la alimentaci¨®n.
El prototipo de la paciente espa?ola ser¨ªa de clase acomodada, con nivel intelectual alto y unos 23 a?os. Una mujer de constituci¨®n delgada de esa edad, con una estatura de 1,60 metros, podr¨ªa pesar unos 53 kilos; si padece anorexia, no sobrepasar¨ªa los 39.Seg¨²n estudios de la Comunidad de Madrid, un 48% de las chicas y un 7% de los chicos est¨¢n convencidos de que deben adelgazar, y un porcentaje similar lleva a cabo alg¨²n tipo de dieta.
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