La pelea de las patinadoras acapara el inter¨¦s de la audiencia de EE UU
"?Saben lo que les digo? ?Que odio a Tonya Harding!". Para apreciar mejor este chiste con el que Jay Leno, showman de la NBC, abri¨® uno de sus programas de esta semana, hay que vivir en EE UU y estar ya saturado del culebr¨®n de las patinadoras sobre hielo Nancy Kerrigan y Tonya Harding y de que sus caras y sus piruetas ocupen todas las pantallas desde hace m¨¢s de un mes.La broma de Jay Leno sobre Tonya Harding, la mala, fue re¨ªda por su p¨²blico en el estudio, pero la expectaci¨®n que ha provocado el caso es algo muy serio. Y ahora la retransmisi¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno desde Lillehammer es un nuevo trampol¨ªn para que las im¨¢genes de las dos patinadoras no abandonen a la audiencia ni siquiera cinco minutos.
El 6 de enero, Nancy Kerrigan era agredida por un desconocido que le golpe¨® con una barra de hierro en la rodilla al abandonar la pista de hielo en la que se entrenaba para las inminentes eliminatorias del equipo ol¨ªmpico norteamericano. Pocos d¨ªas despu¨¦s qued¨® al descubierto una s¨®rdida trama que relacionaba al atacante y a sus c¨®mplices con la m¨¢xima rival de Nancy Kerrigan para la medalla de oro de patinaje art¨ªstico, Tonya Harding. La Harding dijo que no sab¨ªa nada, y acus¨® a su ex marido.
El ex marido, a su vez, se confes¨® culpable y la acus¨® a ella, a cambio de una sentencia m¨¢s suave. Mientras tanto, Nancy Kerrigan se recuperaba y segu¨ªa entrenando para Lillehammer. Y todo, absolutamente todo lo que iba ocurriendo, conquistaba portadas, ilustraba exclusivas y movilizaba a cientos de periodistas. Y la televisi¨®n ha sido la gran pista por la que el caso se ha deslizado hasta fascinar a toda la audiencia.
Walter Corikrite, el padre de los grandes comunicadores de televisi¨®n, ha defendido la necesidad de informar a fondo sobre la vida y milagros de los personajes p¨²blicos, pero confes¨® grandes dificultades para explicarse la saturaci¨®n de los medios audiovisuales con las patinadoras y lleg¨® a decir que, en su opini¨®n, "esta vez la cosa se les ha escapado de las manos".
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