Los modistas espa?oles juegan con lo masculino e intemporal
Los colores apagados dominan las propuestas de la Pasarela Cibeles
Arrinconen los tacones, que lleg¨® la bota. Pero no guarden nada m¨¢s, porque todo vale. Se imponen la intemporalidad y los contrastes. La Pasarela Cibeles de Madrid present¨® ayer sus propuestas para el pr¨®ximo oto?o-invierno, con l¨ªneas marcadamente masculinas y s¨®lo tocando lo femenino con plisados de seda y aberturas sin l¨ªmites. Los colores tampoco auguran una fiesta crom¨¢tica, sino todo lo contrario, en una gama apagada de grises acero y verdes oto?ales, azules nocturnos y negros de humo. Faldas largu¨ªsimas, minifaldas m¨ªnimas y, sobre todo, pantalones, fueron otras notas dominantes.
La revoluci¨®n lleg¨® con Roberto Verino. ?Fueron sus mezclas andinas, aztecas y amaz¨®nicas o la aparici¨®n del color, de la feminidad y de los torsos masculinos? Por primera vez en la Pasarela Cibeles sac¨® a desfilar a tres hombres, entre ellos un mulato grande, calvo, con un torso de camionero, que caus¨® sensaci¨®n entre el p¨²blico femenino al llevar un chaleco transparente. La presencia de los hombres no se debi¨® al hecho de que por fin Verino se inicie en la moda masculina, sino a los proleg¨®menos del lanzamiento de su fragancia varonil para el pr¨®ximo oto?o.Despu¨¦s de tanta oscuridad, el inicio del dise?ador orensano fue como la explosi¨®n de una ma?ana soleada con todos los modelos vestidos de blanco. La mezcla y los contrastes llegaron a su punto ¨¢lgido. Verino hizo del mestizaje el verdadero argumento de su ropa. Alpaca andina, motivos aztecas, abrigos polares y su l¨ªnea m¨¢s urbana de tejidos jaspeados, todo con botas de piel con pelo supuso todo un juego lleno de imaginaci¨®n. El blanco, negro y rojo se vieron tocados con puntuales citas artesanales de color.
Pensado para un p¨²blico de mentalidad joven y sexy, sin cortapisas y con tendencia a la est¨¦tica agresiva, el matrimonio formado por Mila y Tucho Balado, creadores de A Menos Cuarto, tuvieron la habilidad de ofrecer una l¨ªnea asequible, aportando lo que es en la Pasarela Cibeles una novedad: el sport weare (ropa deportiva de calle). Faldas muy cortas acolchadas y chaquetas que rozan el largo torero, pantalones muy estrechos y ninguna falda larga fue la propuesta de A Menos Cuarto. La sorpresa lleg¨® con los monumentales y casi ordinarios botos Dr. Martens que hac¨ªan un sonoro contraste con las medias de rejilla y los finos tobillos de las modelos.
Jordi Cuesta (Barcelona, 1960) ahond¨® en el experimento de su l¨ªnea casi cl¨¢sica, con las combinaciones de tejidos, donde destac¨® el punto fino o r¨²stico junto a la piel tintada de azul cobalto. Cuesta alarde¨® con el duro contraste de la seda pintada de alegor¨ªas del oto?o con jerseis muy gordos, casi de monta?a.
A la hora de la fiesta, Antonio Pernas rompi¨® una lanza por la potencial clienta de mediana edad. Dos modelos maduras se mezclaron con las casi perfectas j¨®venes perchas. Pernas mostr¨® una l¨ªnea con algo de tristeza y poes¨ªa, en la que no excluy¨® un toque conventual. Bajo chaquetas cl¨¢sicas sobresal¨ªan transparentes casullas. El marr¨®n volvi¨® de nuevo a ser la estrella del desfile, catalizado por el crudo y el arena.
Para terminar la jornada, Javier Larra¨ªnzar dio el toque acad¨¦mico de buena factura, con series de trajes muy diferenciados sin perder de vista la estrecha senda cl¨¢sica en la que se mueve. M¨¢s renovador que en el desfile anterior, destacaron sus dise?os de fiesta, con anchos pantalones de terciopelo y sotanas un tanto herejes, en los que el toque sensual fueron las transparentes gasas negras bordadas en pedrer¨ªa.
Modesto Lomba, con su primera colecci¨®n en solitario abrir¨¢ hoy la Pasarela, y le seguir¨¢n Mar¨ªa Guardione, Purificaci¨®n Garc¨ªa y Nacho Ruiz.
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