Investigado en Italia el 'n¨²mero dos' del PDS por presunta f¨ªnanciaci¨®n ilegal del partido
Las Investigaciones sobre la financiaci¨®n ilegal de la pol¨ªtica en Italia alcanzaron ayer de Heno al Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS) a los dos a?os del comienzo de Manos Limpias. La denuncia del ex l¨ªder socialista Bettino Craxi provoc¨® que el nombre de Massimo d'Alema, portavoz parlamentario, n¨²mero dos del PDS y hombre muy cercano al secretario general Achille Occhetto, figure en el registro de investigados. El caso ofrece muchas dudas, pero tendr¨¢ efectos negativos sobre la imagen del antiguo partido comunista y actual PDS en la dura campa?a para las elecciones del 27 de marzo.
La denuncia de Craxi era conocida, pero la ¨²nica audiencia que la ha admitido a tr¨¢mite ha sido la de Roma, tradicionalmente sensible a los requerimientos de pol¨ªticos que gobernaron la Italia de los a?os ochenta, como el democristiano Giulio Andreotti o el propio Craxi. Las diligencias practicadas son muy incipientes, ya que el juez ni siquiera ha emitido todav¨ªa el llamado aviso de garant¨ªa, que se?ala el momento en el que el investigado tiene derecho a personarse para su defensa porque los indicios que pesan contra ¨¦l son ya valorados como consistentes.Todo esto deber¨ªa restar importancia al caso que, por otra parte, se refiere a una presunta financiaci¨®n ilegal simple, es decir, al cobro de cantidades impropias o no declaradas legalmente, pero sin relaci¨®n con la concesi¨®n de favores pol¨ªticos concretos.
El l¨ªder de la Liga Norte, Umberto Bossi, se encuentra investigado por una ilegalidad de este tipo, mientras que las causas por corrupci¨®n o concusi¨®n, delitos asociados a los intercambios de favores por dinero, abundan en todos los dem¨¢s grandes partidos.
Pero el PDS ha hecho de la honestidad su bandera, que defiende con dificultades crecientes desde hace meses. El acto de la magistratura romana ha llegado en el momento ideal para destruir cualquier mito: cuando una campana que parece condenada a desarrollarse a golpe de denuncia y descalificaci¨®n, m¨¢s que a trav¨¦s de la discusi¨®n de programas de Gobierno, deja muy poco margen para el razonamiento.
Entre los 6.059 investigados y 3.096 detenidos que Manos Limpias ha producido durante los ¨²ltimos 24 meses varias decenas eran ya del PDS. Se trataba, sin embargo, de autoridades locales relacionadas con casos personales y muy concretos, que no implicaban al Partido Comunista de Italia (PCI) ni a su sucesor desde 1991, el PDS, en la corrupci¨®n sistem¨¢tica descubierta en los partidos tradicionales del Gobierno.
Primo Greganti, un ex funcionario comunista que cobr¨¦ decenas de millones del grupo Ferruzzi, fue el ¨²nico caso que puso en peligro a la alta direcci¨®n del partido de Occhetto. Greganti asegur¨®, durante meses de c¨¢rcel, que hab¨ªa cobrado el dinero para ¨¦l por servicios de asesor¨ªa, y el pasado oto?o logr¨® demostrar haberlo invertido en comprarse un piso.
La honestidad del PDS qued¨® a salvo. Pero cuando anteayer Renato Morandina, dirigente v¨¦neto del partido, se person¨® voluntariamente ante la magistratura de. Mil¨¢n como responsable personal y exclusivo del cobro, tambi¨¦n por servicios de asesor¨ªa, de 200 millones de liras (unos 16 millones de pesetas) que un ejecutivo de Fiat declaraba haber pagado al partido de Occhetto, los jueces encontraron dif¨ªcil creerle.
Bien es verdad que la declaraci¨®n del citado ejecutivo de Fiat fue desmentida por sus superiores y que nadie ten¨ªa noticias de que en el PDS hubiera una "corriente de D'Alema", presunta destinataria del pago. Pero siguen sin ser claras las razones por las que Fiat habr¨ªa pagado una abultada asesor¨ªa a Morandini, que es un simple maestro.
Acusaciones sin pruebas
La extra?a confesi¨®n de Morandini amenaza la credibilidad del PDS, pero se mantiene por completo ajena a la investigaci¨®n sobre D'Alema, que se basa exclusivamente en la denuncia de Craxi. El ex l¨ªder socialista hab¨ªa reiterado, primero ante el Parlamento, y muy recientemente ante el juez Antonio Di Pietro en una audiencia p¨²blica del juicio contra el financiero Sergio Cusani, que el PCI se financi¨® siempre con aportaciones de empresas cooperativas bajo su influencia, a las que facilitaba contratos p¨²blicos, y con el dinero de Mosc¨². Craxi nunca dio prueba de estas afirmaciones, ni se?al¨® culpables concretos.Al parecer, la memoria que Craxi present¨® el pasado s¨¢bado ante la magistratura de Roma tampoco contiene pruebas, pero s¨ª los nombres de Occhetto, de D'Alema y de Marcello Stefanini, secretario administrativo del PDS.
Massimo d'Alema present¨® ayer querella por calumnias contra Craxi y asegur¨® a los periodistas que no piensa retirar su candidatura para las pr¨®ximas elecciones porque mientras no reciba el llamado aviso de garant¨ªa, no se considera sospechoso.
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