Elogio de la heterodoxia
En este pa¨ªs, donde no se admite escoger al genio y la figura otro camino que no sea el de la sepultura (a los que son o fueron comunistas, por ejemplo, con la losa hist¨®rica del muro de Berl¨ªn incluida, adem¨¢s de los odios eternos a la socialdemocracia intactos). En este pa¨ªs, que recompensa con la memoria y alabanzas post mortem a los m¨¢rtires ca¨ªdos bajo las zarpas de los leones de la heterodoxia, siempre al servicio de una abyecta ¨¦tica profanadora y liberal (en su sentido ideol¨®gico). En este pa¨ªs de beatos con pieles de ateo, que dibujan con cuerno y rabo a Maquiavelo mientras que a los savonarolas que en el mundo son, y han sido, los glorifican (?qu¨¦ ignorancia!). En este pa¨ªs tan cat¨®lico y, por ende, tan anarquista, donde el regocijo existencial e intelectual est¨¢ representado por la ortodoxia taurina y ocasional de Curro Romero. En este pa¨ªs, donde se condena a la ciencia y al pensamiento pol¨ªtico de los que tratan de ensanchar su horizonte -los llaman inmorales o chaqueteros-, no hacia el circo romano de la resignaci¨®n, sino hacia el territorio de la inteligencia y la felicidad humanas. En este pa¨ªs, que es Espa?a, hay que seguir luchando contra el dogma, rescatando a la historia de sus pla?ideras y de sus moralistas exornados con m¨¢scaras intelectuales que, en este rinc¨®n de Europa, suelen adjudicarse, casi exclusivamente, a gentes de profesi¨®n art¨ªstica o literaria. En este pa¨ªs, de manique¨ªsmo infinito, no s¨®lo no hay que dejarse morir en los circos donde se esculpe el martirologio de la raz¨®n y el olvido, sino que hay que seguir apostando, en todos sus frentes, por la heterodoxia en su plena materialidad, es decir, en su plena voluntad razonadora, en toda su extensi¨®n humana y creativa. Lo contrario es allanar el camino a los demagogos y sectarios, que tanto abundan en nuestra vida pol¨ªtica e institucional, con la consiguiente merma de las estructuras democr¨¢ticas que tantos sufrimientos ha costado a la humanidad construir.-
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