La ciudad se hace
Aunque uno de sus primeros y m¨¢s entusiastas cronistas date "la aparici¨®n de la comarca tricantina en el devenir hist¨®rico" en el siglo XVIII, la moderna ciudad de Tres Cantos apenas tiene veinte a?os de historia, es una urbe reci¨¦n nacida que a¨²n se conmueve en los estertores del parto. Hoy, en las ¨²ltimas horas de un soleado domingo de invierno, Tres Cantos aparece ante los ojos del viajero como un espejismo, una ciudad fantasma a la que se accede por una amplia avenida en cuyo seto central crecen dos hileras de ¨¢rboles j¨®venes en pleno desarrollo, como la poblaci¨®n cuyo camino se?alan.M¨¢s cerca de Colmenar Viejo, de la que se segreg¨® como municipio en 1991, que de Madrid-Tres Cantos surgi¨® como una ciudad planificada desde cero, un experimento, en el estilo de las new towns o las nouvelle ville, como se?alan M¨®nica Egea y Donato Fern¨¢ndez, autores del primer libro escrito sobre la historia de la ciudad, o m¨¢s bien sobre su prehistoria, pues la obra abarca de 1971 a 1991, un periodo en el que la naciente poblaci¨®n formaba parte del Ayuntamiento de Colmenar Viejo.
A la joven ciudad le crecen los cronistas en Norte Noticias, revista independiente de informaci¨®n local. Conrado Granado dice que Tres Cantos es "un a modo de ciudad jard¨ªn, seg¨²n concepto del ingl¨¦s Howard ( ... ) idea ¨¦sta que propugnaba la construcci¨®n de nuevas ciudades que fuesen higi¨¦nicas, saneadas y aut¨®nomas y que lograran compatibilizar una vida agradable con una industria pr¨®spera". Para el autor, Tres Cantos est¨¢ en v¨ªas de conseguir tan ben¨¦fico estatus, gracias, entre otras cosas, al impulso inicial de las cooperativas y de los cooperativistas que fueron sus pioneros.
La ciudad adolece de se?as de identidad, monumentales o arquitect¨®nicas. El nuevo Ayuntamiento ocupa unos barracones prefabricados junto a la plaza de Colmenar Viejo, protocentro urbano provisional, pues, a diferencia con viejas ciudades no planificadas que se expand¨ªan a partir de un n¨²cleo central, Tres Cantos ha crecido en tomo a un centro que todav¨ªa no existe y al que los postes indicadores se?alan como "centro en construcci¨®n".
La planificaci¨®n ha dividido a Tres Cantos en sectores cuyas calles reciben nombres de literatos, artesanos, m¨²sicos, escultores o descubridores. Antonio Gala y Buero Vallejo cuentan con sus respectivas plazas en este proyecto de ciudad ilustrada y racional que aparenta
un confortable nivel de vida y parece acercarse a la ciudad jard¨ªn ideal, higi¨¦nica, saneada y aut¨®noma, enfrent¨¢ndose a diario con problemas que en este caso no han nacido de la improvisaci¨®n urban¨ªstica, sino de fallos deplanificaci¨®n. Tres Cantos es una ciudad construida por una empresa, Tres Cantos, SA, y regida desde 1991 por un Ayuntamiento gobernado por socialistas e independientes. El origen cooperativista de muchos de sus ciudadanos, acostumbrados al debate asambleario y al ejercicio democr¨¢tico, nutre la vida pol¨ªtica local de una animaci¨®n ins¨®lita para una villa tan reciente; los plenos municipales son seguidos de cerca por la poblaci¨®n a trav¨¦s de la revista Norte Noticias y de Nuevo Tres Cantos, ¨®rgano de expresi¨®n de una combativa asociaci¨®n de vecinos que aportan sus ideas sobre problemas como los vertidos de aguas residuales de ciertos sectores.
El Parque Central, en construcci¨®n, se extiende a partir de un gran estanque, un lago interior junto al que surgen instalaciones deportivas y zonas verdes de recreo. Tres Cantos es una ciudad privilegiada en cuanto a zonas verdes, generoso vivero de plantas y de ¨¢rboles que acompasan su crecimiento al de la poblaci¨®n. Los or¨ªgenes de la urbe hay que buscarlos, seg¨²n sus cronistas, en un antiguo apeadero del ferrocarril, dise?ado por Arturo Soria, que serv¨ªa para cargar carb¨®n y reses de la cercana villa ganadera de Colmenar Viejo. La segregaci¨®n de Tres Cantos de Colmenar dej¨® su huella en el nuevo municipio; querellas y malentendidos que algunos tricantinos, como M¨®nica y Donato, los autores del libro, tratan de resolver animando a sus conciudadanos para que se vuelquen m¨¢s hacia la sierra, hacia Colmenar, que hacia el gran Madrid que podr¨ªa fagocitar Tres Cantos convirti¨¦ndola en un ap¨¦ndice m¨¢s, en una de esas despersonalizadas ciudades dormitorio que rodean la capital.
El ¨²ltimo censo indica que los tricantinos son 22.225, dieciocho de ellos centenarios; quince, nueve mujeres y seis hombres, han superado su 1030 cumplea?os en un alarde de longevidad que, de ser correctos los datos, se constituir¨ªa en un saludable r¨¦cord, escaparate de la salubridad climatol¨®gica y urban¨ªstica de la urbe.
No es f¨¢cil orientarse, pese a la profusi¨®n de planos viarios y se?ales indicadoras. "El problema", dice una de las funcionarias municipales, "es que aqu¨ª todo queda muy lejos". Inconvenientes de una ciudad saneada y abierta a todos los vientos, con calles amplias, plazas, rotondas y zonas ajardinadas que separan los diferentes bloques. No hay alturas excesivas y s¨ª numerosas urbanizaciones de adosados, ensayos cooperativistas no siempre logrados. Al poco tiempo de nacer, Tres Cantos ha asimilado en su municipio el Soto de Vi?uelas, con sus urbanizaciones, y sigue creciendo hacia el tope previsto de unos 40.000 habitantes como cifra ideal.
A trav¨¦s de sus publicaciones, los residentes m¨¢s concienciados instan a sus convecinos a hacer ciudad, a vivir, que no habitar, en Tres Cantos. La plaza de Colmenar, ubicada en la zona m¨¢s poblada, en la primera fase, es la que registra m¨¢s actividad en su contorno: comercios, cervecer¨ªas, restaurantes, mercado y zona deportiva. Hacia el Este, deshabitada en su descanso dominical, una amplia zona industrial, embri¨®n de un parque tecnol¨®gico. M¨¢s de 200 empresas han instalado, sede en Tres Cantos y constituyen una garant¨ªa para su futura autonom¨ªa en estos a?os de crisis.
En esta primera fase se deshace la primera impresi¨®n de ciudad fantasma; en bares, terrazas y cafeter¨ªas los tricantinos leen la prensa del domingo y discuten amistosamente, en la m¨¢s pura tradici¨®n ib¨¦rica, sobre problemas locales, nacionales o universales en corros y tertulias. En la p¨¢gina gastron¨®mica de Norte Noticias el responsable de la secci¨®n invita a recolectar brotes de romero en los parterres de la ciudad para elaborar un plato de pescado. Aromas de una ciudad en ciernes que ofrece a sus pioneros el apasionante desaf¨ªo de hacer ciudad, crear sus propias tradiciones, sus costumbres y sus fiestas.
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