El gregoriano de Silos conquista el mundo

Nunca un disco grabado en Espa?a hab¨ªa despertado tanta expectaci¨®n intemacional. Un centenar de periodistas de todo el mundo se dieron cita ayer en Madrid en la presentaci¨®n del disco de canto gregoriano de los monjes benedictinos del monasterio burgal¨¦s de Silos. Tras conquistar las listas de ¨¦xitos espa?olas -con m¨¢s de 300.000 ejemplares vendidos-, se lanzan ahora al mercado internacional. Con serenidad monacal, el abad Clemente Serna, asegur¨® que no le preocupa el rendimiento econ¨®mico del disco: "Nuestro principio es no necesitar nada".

El abad Serna se mostr¨® imperturbable en medio del ajetreo de flashes, preguntas, y c¨¢maras de televisi¨®n. Seg¨²n el prior de Santo Domingo de Silos, el foll¨®n creado por la repercusi¨®n del disco no ha alterado la vida del monasterio: "La comunidad est¨¢ tranquila, ya que no vemos la televisi¨®n, no escuchamos la radio ni leemos los peri¨®dicos". S¨ª que reconoci¨® lo inesperado del ¨¦xito de ventas: "En Silos estamos sorprendidos del ¨¦xito del disco, sobre todo entre los j¨®venes, ya que conocemos sus gustos musicales", se?al¨® sonriente. Y analizando las causas de esta magn¨ªfica acogida, indic¨®: "La sociedad no ofrece a la gente lo que necesita, no satisface sus necesidades espirituales; creo que hay un profundo deseo de cambio".El abad reconoci¨® que ha aumentado mucho el n¨²mero de visitantes, "sobre todo a la misa del domingo", e invit¨® la gente a particip ar en los cantos "sin olvidar que el canto es oraci¨®n".

Concilio Vaticano

El director del coro de Santo Domingo, Ismael Fern¨¢ndez de la Cuesta, especialista en canto gregoriano y m¨²sica medieval, cuya relaci¨®n con Silos se remonta a sus a?os en los que fue primer ni?o cantor del coro, abund¨® en los apectos t¨¦cnicos de la grabaci¨®n, la historia de la m¨²sica gregoriana y de la m¨²sica en general. In dic¨® que el canto gregoriano comenz¨® en los primeros a?os del cristianismo y sufri¨® un duro re v¨¦s en el Concilio Vaticano II, a principios de los a?os sesenta, cuando se introdujo la lengua vern¨¢cula en las iglesias. Fern¨¢ndez de la Cuesta dijo que los coros profanos que cantan gregoriano "no alcanzan la dignidad ni la espiritualidad de los coros de monjes", y destac¨® que el disco refleja el estilo de Silos, caracterizado por "una profunda interioridad unida a una gran expresividad textual, lo que produce una perfecta armon¨ªa entre los textos y la m¨²sica".Tambi¨¦n hizo un an¨¢lisis de los cambios en las tendencias musicales en este fin de siglo y sus implicaciones sociol¨®gicas: "La sociedad ha preferido el ritmo en las ¨²ltimas d¨¦cadas. El tempo r¨¢pido es un reflejo de las condiciones de vida en la sociedad moderna. Ahora se busca m¨¢s la melod¨ªa. El ritmo fren¨¦tico de las ¨²ltimas d¨¦cadas es enajenante", se?al¨®.

Sobre la tradici¨®n del cante gregoriano en Silos, el abad Serna dijo que tras el rio decidi¨® continuar con el gregoriano 'ante la pobreza de los cantos en castellano".

Rafael P¨¦rez Arroyo, responsable de la divisi¨®n de m¨²sica cl¨¢sica en Espa?a de la compa?¨ªa discogr¨¢fica EMI -editora del disco-, se?al¨® que el ¨¦xito se debe a razones sociol¨®gicas y musicales, y destac¨® que la m¨²sica pop y rock ha sufrido un gran desgaste creativo en los ¨²ltimos a?os, y ha perdido, el contacto con el p¨²blico". El presidente de EMI en Espa?a, Rafael Gil, ofreci¨® su propio diagn¨®stico: "Es evidente que el ¨¦xito no puede achacarse a la campa?a de lanzamiento, que ha sido muy modesta. La respuesta ha sido espont¨¢nea, desbordando todas nuestras expectativas, aunque es cierto que esper¨¢bamos una buena acogida".Las condiciones del contrato entre EMI y Silos fue tambi¨¦n objeto de atenci¨®n. Rafael Gil desminti¨® que los monjes fuesen a recibir s¨®lo un 1% de las ventas del disco, aunque se neg¨® a hablar de las condiciones concretas del contrato, que se firm¨® con la compa?¨ªa Hispavox -absorbida despu¨¦s por EMI- en 1973. Si dijo que el monasterio recibir¨¢ "una parte justa de las ventas".

El abad Serna tampoco quiso desvelar los t¨¦rminos del acuerdo. Precis¨® que el dinero que obtengan en concepto de royalties se destinar¨¢ al mantenimiento del monasterio de Silos, a ayudar a otros monasterios de monjas y a diversas obras en el tercer mundo. "De todas formas, el aspecto econ¨®mico no nos preocupa demasiado; nuestro principio es no necesitar, no no tener", sentenci¨® el Abad.