Volver a casa
Numerosos jud¨ªos de los territorios ocupados preparan su retorno a Israel
A¨²n no se hab¨ªa producido la matanza de Hebr¨®n, pero la contrase?a ya era "Volver a casa". Cientos de colonos jud¨ªos de la Cisjordania ocupada bloquearon la centralita de la oficina postal cuando marcaron ese c¨®digo para conocer la condiciones financieras y de otro tipo para su evacuaci¨®n hacia Israel.Cuando los diputados laboristas Hagay Merom y Abraham Burg tuvieron la idea de invitar, a trav¨¦s de un sencillo anuncio en los peri¨®dicos, a los colonos que sintieran el deseo de regresar a Israel a que llamaran a un n¨²mero de la Kneset (Parlamento), no se esperaban semejante avalancha. En un solo d¨ªa, el ayudante parlamentario laborista recogi¨® cientos de llamadas de israel¨ªes de diferentes colonias jud¨ªas en territorio ocupado, deseosos de volver. Y un detalle muy significativo: la mayor parte de las llamadas proven¨ªan de Ariel, una localidad jud¨ªa de 13.000 habitantes que disfruta de una amplia dotaci¨®n industrial y est¨¢ firmemente arraigada en el lugar.El alcalde de Ariel, Nahman Ron, diputado del derechista Likud en el Parlamento, es el portavoz m¨¢s elocuente de los colonos que se oponen al proceso de paz, y ha decidido quedarse cueste lo que cueste. A pesar de que Ariel es una colonia muy antigua (implantada en 1970) y tiene muy buenas condiciones socioecon¨®micas, parece ser m¨¢s fr¨¢gil que otros asentamientos jud¨ªos en la Cisjordania ocupada. ?La raz¨®n? Tal vez que la mayor¨ªa de sus habitantes son laicos y que los cientos de parejas j¨®venes que llegaron entre 1980 y 1990 ten¨ªan menos motivos para el fervor nacional-religioso que para buscar un alojamiento barato y una mejor calidad de vida.
Con los avances en las conversaciones entre Israel y la OLP, muchos colonos jud¨ªos han comprendido que la autonom¨ªa palestina y la retirada de las tropas israel¨ªes, que acompa?ar¨¢ al traspaso de poderes, se llevar¨¢ a cabo, antes o despu¨¦s, aunque se oponga la derecha nacionalista y religiosa. Un colono de Ariel dijo por, tel¨¦fono: "No quiero que el Estado me pague unos millones para que me vaya de aqu¨ª, sino que me consiga un modesto apartamento en Petah Tikva (una localidad a. 20 minutos de Ariel). Lo fundamental es no seguir viviendo en esta incertidumbre, bajo esta tensi¨®n insoportable". Una mujer afirm¨®: "Me encantar¨ªa poder seguir viviendo aqu¨ª, tengo una casa muy bonita y un jard¨ªn maravilloso, mis hijos han crecido aqu¨ª. Pero las piedras y los disparos no cesan. El ej¨¦rcito no consigue evitar los atentados. En estas condiciones prefiero irme. ?Cuanto me dar¨¢n por mi casa?" Desde el atentado que cost¨® la vida a una habitante de Ariel de 31 a?os, madre de dos ni?os y embarazada, el 29% de los pobladores de este asentamiento planean su regreso a Israel, seg¨²n un sondeo.
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