Un sector de Al Fatah propone el retorno a la lucha armada en los territorios ocupados

La tregua que Yasir Arafat hab¨ªa pactado con Israel est¨¢ amenazada. Un sector de la facci¨®n Al Fatah. propuso ayer el retorno a la lucha armada en los territorios ocupados. Ese mismo sector precis¨® que Al Fatah, el grupo mayoritario en la OLP y liderador por Yasir Arafat, no ha tomado todav¨ªa una decisi¨®n colectiva sobre la ruptura de la tregua. La Intifada (levanta miento palestino, en los territorios ¨¢rabes ocupados por Israel) cobr¨® ¨ªmpetu y la vida de dos palestinos en choques con el Ej¨¦rcito israel¨ª en la tercera jornada de violencia tras la matanza de Hebr¨®n.

Es guerra abierta. Hospitales en Gaza y Cisjordania recibieron por lo menos a 22 heridos. Los esfuerzos pol¨ªticos de Israel y la OLP para tratar de contener la ola de violencia no consiguen disminuir o retrasar el colapso del proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo.Abbas Zaki, uno de los comandantes de Al Fatah con base en la capital jordana, Amm¨¢n, fue categ¨®rico: "Tal es la magnitud de la matanza de Hebr¨®n que sabotea la tregua. Ya han sido dadas ¨®rdenes para que se intensifiquen las operaciones contra la ocupaci¨®n irael¨ª en los territorios ocupados", dijo. Sin embargo, Zaki y otros comandantes de Al Fatah insistieron en que el movimiento palestino no hab¨ªa tomado a¨²n una decisi¨®n para romper el alto el fuego.

Pero no hay pr¨¢cticamente un s¨®lo palestino que no se haya volcado en la antigua campa?a de resistencia. Mientras la plana mayor de la OLP en sesi¨®n de emergencia en T¨²nez debat¨ªa f¨®rmulas para tratar de contener el desastre pol¨ªtico, en las calles de Gaza y Cisjordania la rebeli¨®n se alimentaba con consignas de odio y sed de venganza. El portavoz de la OLP, Yasir Abed-Rabbo, dijo ayer que la OLP no reanudar¨¢ las conversaciones de paz con Israel mientras los colonos jud¨ªos puedan matar palestinos. Abed-Rabbo a?adi¨®: "No podemos negociar mientras los ca?ones de las pistolas de los colonos jud¨ªos aputen a la cabeza de los palestinos".

Una de las ¨²ltimas v¨ªctimas de los enfrentamientos fue un septuagenario palestino de Hebr¨®n llamado Abdel Rahim Al-Ajluni, que pereci¨® de un balazo cuando s¨²bitamente se vio entre soldados que disparaban armas autom¨¢ticas y chavales que los atacaban a pedradas. La mujer de Al-Ajluni result¨® herida en una pierna.

"En Hebr¨®n reina la ley del gatillo", dijo un doctor del hospital Ahli, que se pas¨® la jornada curando heridos y recibiendo donaciones de sangre. "Nada va a calmar la ira", dijo refiri¨¦ndose a la reacci¨®n ¨¢rabe tras la matanza cometida por Baruch Goldstein, un m¨¦dico jud¨ªo de Nueva York, armado, entrenado y uniformado por el Estado de Israel.

"La naturaleza del crimen es mucho mayor que cualquier decisi¨®n pol¨ªtica que se pueda tomar por los pol¨ªticos de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP)", dijo Zaki, el comandante militar de Al Fatah. "La tregua ya no tiene sentido", agreg¨®.

Yasir Arafat no ha sido tan expl¨ªcito, pero fuentes palestinas en Jerusal¨¦n apostaban a que el l¨ªder de la OLP va a endurecer dram¨¢ticamente el

tono para tratar de neutralizar a la oposici¨®n interna. Los palestinos est¨¢n furiosos ante lo que perciben como la actitud pusil¨¢nime de la OLP, que, al menos en principio, parec¨ªa ayer dispuesta a enviar una delegaci¨®n a Washington, t¨¢citamente aceptando la continuidad del di¨¢logo con Israel a pesar del tajante rechazo del resto de los pa¨ªses involucrados en el proceso de paz (Siria, Jordanla y L¨ªbano).Arafat lleg¨® ayer a Argel en lo que se entend¨ªa como una misi¨®n de coordinaci¨®n con el presidente Liamin Zerual. Despu¨¦s de unas horas, Arafat volver¨ªa a T¨²nez para adoptar la crucial decisi¨®n de seguir o no negociando con Israel.

Las condiciones de la OLP no han perdido aparentemente flexibilidad. Los palestinos demandan el desarme de los colonos, el desmantelamiento de los asentamientos jud¨ªos en los territorios ocupados y la creaci¨®n de una fuerza internacional para proteger a los civiles de Gaza y Cisjordania.

Por otra parte, los activistas del movimiento racista anti¨¢ra de Kach, en el que militaba Baruch Goldstein, han decidido pasar a la clandestinidad tras las medidas anunciadas por el Gobierno para controlarles. La polic¨ªa ha dictado una orden de busca y captura contra varios de sus dirigentes. Cinco responsables del movimiento han sido detenidos mientras un sexto, Baruch Marzel -que calific¨® de "santo" al autor de la matanza de Hebr¨®n- sigue en libertad. Kach fue fundado en 1971 por el rabino Meir Kahane, asesinado hace cuatro a?os en Nueva York.