"Si el Gobierno quiere pactar nombramientos, que no lo llame impulso democr¨¢tico"
Con 35 a?os, Alberto Ruiz Gallard¨®n ejerce de portavoz en el Senado y presidente del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid. Superviviente de todos los naufragios de la derecha en la ¨²ltima d¨¦cada, ahora es uno de los hombres de confianza de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Desde su despacho en la tercera planta del Senado se domina el Palacio Real, el Campo del Moro y la carretera de Extremadura, envuelta en una bruma contaminante.Pregunta. ?El impulso democr¨¢tico est¨¢ muerto o agoniza?
Respuesta. Eso ha sido una operaci¨®n cosm¨¦tica que intent¨® el PSOE para ganar una credibilidad que ten¨ªa perdida en la defensa de las instituciones. Han intentado jugar con la opini¨®n p¨²blica y con el PP
P. Y el PP se ha dejado...
R. Hemos actuado con claridad, verdadera transparencia y convicci¨®n de que ten¨ªan que ser los hechos los que nos dieran la raz¨®n. Preve¨ªamos el resultado y el fracaso que ahora se aventura, puedo asegurarlo. El impulso democr¨¢tico, la regeneraci¨®n de las instituciones, deb¨ªa significar por parte del partido socialista una actitud de renuncia a determinados privilegios del poder, pero no hemos apreciado esa actitud.
P. Ustedes quedan en una posici¨®n dif¨ªcil cuando el PSOE reclama al menos un acuerdo para proveer las vacantes en las instituciones. ?Asumen la responsabilidad de ese vac¨ªo?
R. Yo lo que me pregunto es si el partido socialista asume la responsabilidad de renunciar a la regeneraci¨®n democr¨¢tica que necesita Espa?a. ?Asume la responsabilidad de impedir que las instituciones cumplan el papel que el legislador quiso que tuviesen? Si el PSOE dice eso, las conversaciones cambiar¨ªan radicalmente. Ya no se llamar¨ªan de impulso democr¨¢tico, porque democr¨¢ticamente no se avanza nada, sino simplemente conversaciones para cubrir las vacantes. Lo que no se puede hacer es mezclar ambas cosas y enga?ar al ciudadano.
P. ?Cuando fracasa un intento de esta envergadura, la responsabilidad no debe ser compartida?
R. Puede que la frustraci¨®n est¨¦ en las dos partes, pero la responsabilidad no. Desde el momento en que el PSOE se sienta con nosotros para el impulso o la regeneraci¨®n democr¨¢tica, partimos de un supuesto: que la actual situaci¨®n no es suficientemente democr¨¢tica y necesita una adaptaci¨®n. Luego hay un reconocimiento de que han pervertido determinadas instituciones constitucionales con un uso abusivo mientras han tenido la mayor¨ªa absoluta. Ahora quieren mantener las cosas como est¨¢n y cambiar nombres de personas o cubrir vacantes. Luego quien ha cambiado es el partido socialista. O ha enga?ado desde el primer d¨ªa y nunca tuvo intenci¨®n de impulsar democr¨¢ticamente las instituciones o ha pensado que buscando otros socios puede no perder el poder abusivo que ahora detenta.
P. ?De verdad no hay sensaci¨®n de alivio, por lo menos en sectores de su partido?
R. De verdad que no. No celebramos que no haya acuerdo. Hemos dado un ejemplo aqu¨ª en el Senado, donde para pactar el nuevo reglamento tuvimos que rectificar y renunciar a ciertas cosas populares y socialistas. Ese esp¨ªritu que aqu¨ª tuvimos todos no es el que est¨¢n demostrando el Gobierno y el PSOE a la hora de hablar del reglamento del Congreso, el nuevo orden jur¨ªdico que debe garantizar la independencia de la televisi¨®n p¨²blica o el funcionamiento del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional. El partido ha intentado que haya un acuerdo general y lo sigue intentado. Lo que no estamos dispuestos a tolerar es que se cubran vacantes, se mantenga un d¨¦ficit democr¨¢tico importante y eso se presente como una regeneraci¨®n.
P. Pero el PP queda en una posici¨®n de m¨¢s comodidad para afrontar las pr¨®ximas elecciones.
R. No creo que debamos buscar posiciones c¨®modas. No ha habido un cambio le estrategia en raz¨®n de la proximidad electoral, y a prueba es que seguimos dispuestos a llegar a un cuerdo, pero si es razonable. A lo que no estamos dispuestos es a ser a coartada cosm¨¦tica del PSOE, que es lo que pretende Felipe Gonz¨¢lez.
P. El clima de ruptura nos retrotrae a una situaci¨®n anterior, la soledad parlamentaria absoluta del Grupo Popular.
R. Cuando se tienen m¨¢s de ocho millones de votos, hablar de soledad no responde a la realidad. Desde la oposici¨®n hay que asumir la tensi¨®n dial¨¦ctica permanente. Lo que necesita el sistema democr¨¢tico es una referencia alternativa por si fracasa el Gobierno. ?sa es la garant¨ªa de que las cr¨ªticas al Ejecutivo no se convierten en cr¨ªticas al sistema.
P. Lo cierto es que los partidos nacionalistas y regionalistas de centro derecha tienen m¨¢s facilidad para acercarse al Gobierno socialista que a la opsici¨®n popular.
R. Tienen m¨¢s facilidad para acercarse al poder alque est¨¦ en el poder. Buscan el entendimiento con el que escribe el Bolet¨ªn Oficial del Estado.
P. ?Las cr¨ªticas a la relaci¨®n entre socialistas y nacionalistas catalanes no pueden abrir un abismo insalvable con estos ¨²ltimos?
R. Creo que no. Yo he dicho que gobernaremos con JordiPujol, pero, si ¨¦l quiere, claro. Incluso aunque tuvi¨¦ramos una mayor¨ªa absoluta, a m¨ª me gustar¨ªa comprometer el esfuerzo y la participaci¨®n activa de CiU y el PNV. Ser¨ªa extraordinaria mente positivo. Lo que nosotros hacemos ahora es poner un espejo ante las relaciones PSOECIU, y no un espejo deformante. Por eso se ponen nerviosos. Cre¨ªan que s¨®lo se Iban a ver los resultados de los acuerdos y no les gusta que se muestre la tramitaci¨®n intermedia.
P. ?Por qu¨¦ Pujol querr¨ªa gobernar con ustedes cuando ni siquiera ha llegado a un pacto de legislatura con el Gobierno socialista?
R. El argumento para convencer a los nacionalistas tiene que ser m¨¢s solidario que la oferta de beneficios s¨®lo a los habitantes de Catalu?a o el Pa¨ªs Vasco, seg¨²n el caso. Estoy convencido de que llegar¨¢ un momento en que las bases electorales de CiU o del PNV se den cuenta de que no pueden estar fuera de la posibilidad de Gobierno en Espa?a. Los l¨ªderes no tendr¨¢n que justificar ante sus electores por qu¨¦ est¨¢n en el Gobierno, sino explicar por qu¨¦ no est¨¢n.
P. La propuesta auton¨®mica, de Aznar ha sido mal recibida. ?Ha fracasado?
R. En absoluto. No ha recibido una sola cr¨ªtica de fondo. Lo que ocurre es que ha desconcertado a algunos que sea el PP precisamente el que presente una propuesta de este tipo para organizar y cerrar el desarrollo auton¨®mico mientras el Gobierno y el PSOE no es que ofrezcan una alternativa equivocada, simplemente no la tienen. Nadie sabe cu¨¢les son los l¨ªmites a los que Gonz¨¢lez est¨¢ dispuesto a llegar en relaci¨®n con determinadas pretensiones de partidos nacionalistas.
P. Usted comenz¨® la legislatura diciendo que hab¨ªa llegado la hora de convertir el Senado en la C¨¢mara territorial. ?Lo sigue considerando posible?
P. Sin duda ninguna. La Constituci¨®n dice que el Senado debe ser la C¨¢mara de representaci¨®n territorial y la propia Constituci¨®n impide que lo sea. Por eso hay que reformarla. No estoy por que el Senado siga siendo un eco del Congreso de los Diputados.
P. Si ganan las europeas, como las encuestas adelantan que puede suceder, ?qu¨¦ consecuencias para la pol¨ªtica interna va a sacar el PP?
R. Las consecuencias las deberemos sacar todos. Se equivocar¨ªa mucho Gonz¨¢lez si al d¨ªa siguiente de las elecciones descontase este resultado en la valoraci¨®n de su Gobierno.
P. Gonz¨¢lez dec¨ªa el otro d¨ªa que el PP tiene mucha prisa por llegar al poder porque es consciente de que se acaba la crisis.
R. En desestabilizar al Gobierno no tenemos ning¨²n inter¨¦s. La desestabilizaci¨®n la ha provocado Gonz¨¢lez al conformar un Gobierno minoritario, al aceptar el poder sin una mayor¨ªa comprometida con un programa. Ha dado libertad a sus socios para que ma?ana le retiren el apoyo en un debate presupuestario. Pudo y debi¨® forzar un acuerdo de legislatura, pero introdujo a este pa¨ªs en una din¨¢mica muy peligrosa de desestabilizaciones permanentes. Cuando Pujol dice que s¨ª ma?ana quiere hay elecciones anticipadas, es verdad. Que no se nos acuse a nosotros.
P. ?Pero tienen prisa por llegar al poder o van a respetar los tiempos y los plazos?
R. No es el PP, es Espa?a la que tiene prisa por sustituir al socialismo en el poder. Es un inter¨¦s nacional. Nosotros nos limitamos a ejercer la oposici¨®n con una actitud responsable.
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