La negociaci¨®n de los temas de pesca

La solicitud de ingreso de Noruega en la Uni¨®n Europea est¨¢ motivada por el firme compromiso de mi Gobierno con la integraci¨®n europea incrementada. Las soluciones nacionales no son suficientes si debemos hacer frente a los importantes retos que tenemos ante nosotros: asegurar la paz, combatir el desempleo, crear riqueza, solucionar los acuciantes problemas ecol¨®gicos y suavizar las tensiones ¨¦tnicas.Econ¨®micamente, Noruega ya ha alcanzado un alto nivel de integraci¨®n con los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea y con los otros pa¨ªses de la Asociaci¨®n Europea de Libre Comercio EFTA). Hoy, el Acuerdo AEE proporciona una estructura clave para una cooperaci¨®n fortalecida.

Ahora est¨¢n en curso las negociaciones entre Noruega y la Uni¨®n Europea sobre los t¨¦rminos bajo los cuales Noruega puede acceder a ser miembro de pleno derecho de la Uni¨®n Europea. Noruega est¨¢ dotada de importantes recursos naturales renovables y no renovables, y los temas relativos al sector pesquero han asumido un lugar clave en estas negociaciones. Las disposiciones que hay que acordar con Noruega en lo que respecta a la pesca tendr¨¢n una influencia directa en el resultado del refer¨¦ndum noruego sobre el ingreso en la Uni¨®n Europea y en la capacidad de mi Gobierno para transformar su compromiso europeo en su calidad de miembro de la Uni¨®n. ?stos son datos ineludibles e ilustran los intereses esenciales noruegos en la pesca.

La demograf¨ªa de Noruega refleja la importancia b¨¢sica del mar. Los recursos del ecosistema marino de las aguas adyacentes a la tierra noruega han hecho posible que las comunidades costeras se mantengan a s¨ª mismas a lo largo de los siglos. Aunque la estructura global de la econom¨ªa noruega est¨¢ diversific¨¢ndose cada vez m¨¢s, la pesca contin¨²a siendo de vital importancia como medio para apuntalar la cohesi¨®n social y econ¨®mica en las zonas regionales. La industria pesquera, por tanto, sigue siendo el verdadero cord¨®n umbilical de gran n¨²mero de asentamientos esparcidos a lo largo de la costa noruega.

Una gran mayor¨ªa de los barcos de pesca noruegos centran sus operaciones en los recursos pesqueros de la costa, y dependen absolutamente de una gesti¨®n y conservaci¨®n prudente de las reservas de pesca para salvaguardar sus perspectivas futuras. Los oruegos han comerciado con su pesca en el exterior durante m¨¢s de mil a?os. Las exportaciones de pescado trajeron mercanc¨ªas alternativas y capital a nuestras costas y representaron un papel decisivo en el desarrollo de la econom¨ªa y la cultura noruegas. Aproximadamente, el 90% del total de la producci¨®n pesquera noruega se vende a los mercados exteriores, de los que los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea son con mucho los m¨¢s importantes.Noruega ha hecho grandes avances en el campo de la gesti¨®n de pesquer¨ªas. Antes de esto padecimos las consecuencias de una gesti¨®n de recursos insuficiente y su impacto negativo en las reservas y, por tanto, en la industria pesquera. Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas hemos desarrollado un extenso sistema de normas e instrumentos para controlar y regular las pesquer¨ªas clave.Los gastos en ciencia marina han sido considerables y nos han proporcionado los necesarios conocimientos fiables de las caracter¨ªsticas biol¨®gicas, tales como la abundancia relativa de las especies esenciales y la interdependencia de las reservas. Sobre esta base se han establecido medidas regulatorias para poder responder a los desafios actuales. Hemos recorrido un largo camino en nuestros esfuerzos por promover el uso ¨®ptimo y sostenible de los recursos pesqueros disponibles en aguas noruegas.

Nuestro enfoque se basa en la gesti¨®n de las multiespecies. Esto supone que el control y regulaci¨®n de las reservas esenciales se lleve a cabo de una forma integrada que refleje la interdependencia de las especies y maximice la rentabilidad global.

El ecosistema marino del Alto Norte es vulnerable y sensible, lo que hace esencial afirmar los sistemas de gesti¨®n. Con estos datos hemos desarrollado una gama de medidas selectivas para mejorar la pauta de explotaci¨®n. Lo que hemos buscado es proporcionar la protecci¨®n adecuada a los peces j¨®venes mediante la apertura y cierre de zonas pesqueras sensibles, basada en el control de reservas y capturas. Hemos prohibido tirar pescado, que era ruinoso. Hemos sobrellevado severas restricciones de cuotas para permitir que se recuperasen las reservas agotadas, y hemos intensificado los esfuerzos en lo que respecta a la vigilancia y cumplimiento de lo anterior.

La estrecha cooperaci¨®n con los pa¨ªses vecinos en lo que se refiere a las llamadas reservas transfronterizas -con Rusia en el mar de Barents y con la Uni¨®n Europea en el mar del Norte- ha rendido valiosos resultados. Tras un periodo de austeridad durante la ¨²ltima d¨¦cada, con unas cuotas r¨¦cord por su bajo nivel, las reservas del mar de Barents pueden ofrecer ahora oportunidades de pesca considerablemente mejoradas tambi¨¦n a los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea mediante la solicitud de cuotas establecidas ya acordadas. La experiencia noruega acumulada en lo que respecta a la gesti¨®n de reservas pesqueras supondr¨¢ una valiosa contribuci¨®n a la pol¨ªtica pesquera, de una Uni¨®n Europea ampliada, y continuar¨¢ sirviendo a los intereses de los pa¨ªses miembros. Esta forma de abordar la gesti¨®n de las pesquer¨ªas deber¨ªa fortalecerse, no debilitarse, para incorporar las necesidades y caracter¨ªsticas espec¨ªficas del entorno marino vivo del Alto Norte. ?sta es la raz¨®n por la que mi Gobierno adjudica esa importancia al papel continuado y directo de Noruega en el ejercicio de la gesti¨®n pesquera en este ¨¢rea. Pedimos a los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n que comprendan y aceptan nuestra necesidad de un acuerdo que garantice que Noruega "siga al tim¨®n" en la delicada aplicaci¨®n de las regulaciones pesqueras en lo que se convertir¨¢ en las aguas m¨¢s n¨®rdicas de la Uni¨®n Europea.

Aceptamos la relevancia de las decisiones adoptadas por la Uni¨®n Europea en el sector pesquero bajo su actual r¨¦gimen. Lo que buscamos son soluciones adecuadas a problemas pr¨¢cticos. La cuesti¨®n es c¨®mo garantizar la continuidad de una gesti¨®n y un sistema de control que funcionan bien en las aguas del Alto Norte. Esto fortalecer¨¢, no deterior¨¢, el funcionamiento de la pol¨ªtica pesquera com¨²n. La zona econ¨®mica noruega cubre un ¨¢rea de m¨¢s de 1,2 millones de kil¨®metros cuadrados, que incluye algunos de los territorios pesqueros m¨¢s ricos del mundo. Las disposiciones que hay que acordar durante las actuales negociaciones deben tener en cuenta las nuevas realidades y el contexto ampliado bajo el que funcionar¨¢ la pol¨ªtica pesquera com¨²n tras el ingreso de Noruega.