La muerte no le rob¨® la serenidad de su rostro
La muerte no pudo robarle a Fernando Rey dos cosas que externamente siempre destacaron en ¨¦l: la serenidad de su bondadoso rostro y la elegancia de su aspecto externo, que nunca le abandonaba aunque fuera con la ropa m¨¢s informal posible. Su ¨²ltimo traje: un cl¨¢sico terno azul y una discreta corbata. Las coronas no paraban de llegar. Hubo un momento que no cab¨ªan en el recinto donde reposaban los restos mortales del actor. Las cintas que colgaban en todas ellas quedaban tapadas por las flores, pero se ve¨ªa claramente la enviada por las nietas del actor.Aunque por razones casi burocr¨¢ticas se comunic¨® que la hora del fallecimiento se produjo a la una del mediod¨ªa de ayer, en realidad Fernando Rey vivi¨® hasta las tres y media de la tarde. Cuatro horas despu¨¦s ya estaba instalado el velatorio, al que llegaron su viuda, la actriz Mabel Karr, sus hijos Fernando y Mabel y su hermana Elvira.
Por la sala del tanatorio, a la que s¨®lo tuvieron acceso familiares y amigos, desfilaron numerosos famosos del mundo de la cultura. Entre ellos Luis G. Berlanga, Maribel Verd¨², Alfredo Landa, El¨ªas Querejeta, Ana Bel¨¦n, V¨ªctor Manuel, Enma Penella, Jos¨¦ Luis Garci, Aitana S¨¢nchez Gij¨®n, Esperanza Roy, as¨ª como todos los directores generales de cinematografia de la ¨²ltima d¨¦cada: Pilar Mir¨®, Fernando M¨¦ndez Leite, Enrique Balmaseda y Juan Miguel Lamet y la Ministra de Cultura Carmen Alborch. Tampoco falt¨® Lola Flores, que afirm¨® que todos los que bailaban, cantaban y actuaban pertenec¨ªan a la misma familia.
Aunque en un principio la familia hab¨ªa tramitado que el entierro se produjera hoy a la una de la tarde, miembros de la Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematogr¨¢ficas, de acuerdo con la familia del actor, decidieron que hoy se instalara una capilla ardiente, a partir de las once de la ma?ana, en los Estudios Luis Bufluel (antiguos Estudios Bronston) de la avenida de Burgos. Se tiene previsto que desde este lugar ma?ana parta el cortejo funebre, tambi¨¦n a las once de la ma?ana, hacia el cementerio de la Almudena, donde se celebrar¨¢ el entierro.
Babelia
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