Duro golpe a la imagen de Espa?a
El mayor culpable es Madrid. El influyente diario holand¨¦s Volkskrant no se anda por las ramas en su editorial del pasado jueves a la hora de se?alar a los responsables del bloqueo de la negociaci¨®n para ampliar la Uni¨®n Europea (UE) a cuatro nuevos socios. Sin ser tan contundente, el resto de la prensa europea tambi¨¦n acusa a Espa?a. Fastidian por el gusto de fastidiar, titulaba su editorial, refiri¨¦ndose a Madrid y Londres, el peri¨®dico alem¨¢n Sudd¨¦utsche Zeitung, mientras el Frankfurter Rundschau no dudaba en afirmar: "Por miedo a que pasen a un segundo plano los intereses de los Estados naranjeros pobres, Felipe Gonz¨¢lez respalda incluso la postura brit¨¢nica ( ... )".La imagen de Espa?a en Europa ha sufrido un duro golpe, no tanto a causa de su lucha por mejorar su acceso a los caladeros de Noruega, sino por su empe?o en mantener una minor¨ªa de bloqueo, en coalici¨®n con el Reino Unido, que podr¨ªa dificultar la toma de decisiones en una Uni¨®n m¨¢s numerosa. Carlos Westendorp, secretario de Estado para la UE, atribu¨ªa el viernes el desgaste espa?ol a "la guerra de propaganda". Minutos antes, sin embargo, el portavoz de CiU en la comisi¨®n parlamentaria que se ocupa de la UE, Joaquim Molins, confesaba que hasta entonces no hab¨ªa logrado entender la posici¨®n del Gobierno.
Molins no hab¨ªa sido v¨ªctima de la "propaganda enerniga", sino de la falta de informaci¨®n. Los colaboradores de Solana lo confiesan: "Hemos librado mal la batalla informativa". Incluso el propio Gonz¨¢lez lo reconoci¨® impl¨ªcitamente en su rueda de prensa del 1 de marzo al admitir la necesidad de hacer m¨¢s esfuerzos para mejorar la imagen externa. "Cuando se est¨¢ en minor¨ªa", comentaba esc¨¦ptico un alto cargo, "siempre se es el malo, hagas lo que hagas".
Para los art¨ªfices de la pol¨ªtica exterior espa?ola, la ampliaci¨®n s¨®lo era deseable, en un principio, si se produc¨ªa en 1997, tras una conferencia intergubernamental a 12 en 1996 en la que se hubiese reformado la UE para impedir que la incorporaci¨®n de nuevos miembros la diluyese convirti¨¦ndola adem¨¢s en un foro dominado por los Estados peque?os. Las prisas alemanas por ampliar dieron al traste con este enfoque pausado. Hace un a?o, sin embargo, la diplomacia espa?ola recobr¨® ciertas esperanzas. De Londres y, sobre todo, de Par¨ªs le comunicaron su deseo de llevar a cabo una reforma institucional previa a la ampliaci¨®n para lograr que la ponderaci¨®n del voto en el Consejo de Ministros tuviese m¨¢s en cuenta el peso demogr¨¢fico de cada Estado.
Francia dispone actualmente de un voto por 5,8 millones de habitantes, mientras a Luxemburgo le basta con 180.000 ciudadanos. Si Italia y Espa?a obten¨ªan m¨¢s votos, s¨®lo necesitar¨ªan en la futura Uni¨®n a un tercer socio para formar una minor¨ªa de bloqueo.
Los peque?os pusieron el grito en el cielo. El ministro franc¨¦s de Asuntos Europeos, Alain Lamassoure, se asust¨® y dej¨® de enviar borradores de proyectos a Westendorp. El presidente Mitterrand matiz¨® su lenguaje y Gonz¨¢lez tuvo en octubre que sustituir la palabra "reforma" por otra m¨¢s prudente: "ajuste". Francia dej¨® a Espa?a en la estacada.
El giro franc¨¦s sigue a¨²n desconcertando a los espa?oles. "?No se dan cuenta en Par¨ªs de que el eje franco-alem¨¢n corre el riesgo de ser sustituido por una estrecha colaboraci¨®n entre Alemania y sus vecinos n¨®rdicos que puede colocarles frecuentemente en minor¨ªa", se preguntaba un diplom¨¢tico. La traici¨®n francesa oblig¨® adem¨¢s a la diplomacia espa?ola a buscar una posici¨®n de repliegue. Hab¨ªa que impedir que tras la ampliaci¨®n una nueva mayor¨ªa de Estados peque?os septentrionales y / o poco deseosos de ahondar la integraci¨®n europea reequilibrasen el club en detrimento de los socios mediterr¨¢neos partidarios de profundizar la Uni¨®n. En consecuencia, apenas cab¨ªan modificaciones de la actual minor¨ªa de bloqueo.
En la mesa de negociaciones, la delegaci¨®n espa?ola argument¨® que ocho pa¨ªses peque?os con 27 votos y con una poblaci¨®n de 46 millones, que representa el 12,5% de la comunitaria, podr¨ªan bloquear una decisi¨®n, mientras que dos grandes y uno mediano con 23 votos y 106 millones de habitantes (Espa?a, Italia y Grecia), que alcanzan el 28,5% de los habitantes de la UE, no tendr¨ªan m¨¢s remedio que doblegarse. "No por ser de un pa¨ªs poco poblado debe valer mucho m¨¢s el voto de un ciudadano", reitera Westendorp.
Italia le brind¨® su respaldo hasta que acab¨® cediendo. M¨¢s en¨¦rgico que Espa?a, el Reino Unido, con argumentos diferentes, pretende mantener sin matices la actual minor¨ªa de bloqueo. Madrid y Londres se coordinan para no ceder. Ayer, v¨ªspera de la reanudaci¨®n de la negociaci¨®n ministerial, Javier Solana recalc¨® que la situaci¨®n no hab¨ªa variado sustancialmente en los ¨²ltimos dias y no se aventur¨® a vaticinar ning¨²n acuerdo.
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