La firma Guinness no reconoce el r¨¦cord de la carrera de Madrid

VIENE DE LA P?GINA 1En principio, Guinness, con estos n¨²meros, se cuestiona el registro. No obstante, para Margarita Jord¨¢n es precipitado decir cualquier cosa mientras la organizaci¨®n no les aporte datos concretos. "Est¨¢ claro que s¨ª quieren figurar en el Libro de los R¨¦cords tendr¨¢n que demostrar todo esto", a?adi¨®.

Mientras tanto, los organizadores de la prueba, la empresa Aros Publicidad, no aparecieron ayer por las oficinas, situadas en la Gran V¨ªa. Un portavoz de la empresa organizadora se limit¨® a decir: "Se est¨¢n buscando tres pies al gato, cuando todo el mundo sabe que se ha batido un r¨¦cord". En cambio, no pudo decir si un notario hab¨ªa certificado el registro. Seg¨²n sus palabras, ellos mismos hab¨ªan contado las papeletas de inscritos y contabilizaron los atletas participantes.

Los responsables de Guinness en Espa?a estaban ayer asombrados. Si el a?o pasado participaron activamente en la difusi¨®n del r¨¦cord, este a?o hab¨ªan sido olvidados sorprendentemente por el Ayuntamiento y por la empresa de publicidad Aros, la misma entidad que, con distinto nombre, organiz¨® la carrera en 1993. Margarita Jord¨¢n, directora de Guinness en Espa?a, no pod¨ªa ayer disimular su enfado: "Nos ha extra?ado mucho lo que ha ocurrido, porque nadie se ha acordado de nosotros, cuando el objetivo era entrar en el Libro Guinness de los R¨¦cords. Para esta organizaci¨®n est¨¢ claro que de momento no hay r¨¦cord: "Ni nos han llamado ni nos han tenido en cuenta para nada, cuando somos la entidad que certifica estos registros".

Para Jord¨¢n, la actitud de los organizadores es incomprensible, teniendo en cuenta que se ha utilizado el nombre de Guinness en toda la publicidad.

La Polic¨ªa Municipal -m¨¢s de 100 agentes vigilaron el acto, lo que cost¨® al Ayuntamiento un mill¨®n y medio de pesetas en horas extras- afirm¨® ayer que no hicieron ning¨²n tipo de recuento. Un portavoz de este cuerpo aclar¨®: "Nadie nos pidi¨® que hici¨¦ramos c¨¢lculos, los podr¨ªamos haber hecho".

La forma de contabilizar el n¨²mero de participantes que acabaron la prueba tambi¨¦n ha sembrado de dudas a Guinness. En Barcelona, la cursa organizada gratuitamente por El Corte Ingl¨¦s establece un sistema exhaustivo de control en la meta. All¨ª varias personas con un lector electr¨®nico, similar al de las cajas de los hipermercados, repasan los dorsales para registrar a cada uno de los participantes. Adem¨¢s, la Guardia Urbana ofrece sus c¨¢lculos.

En Madrid, en cambio, en la meta se instalan 10 calles y en cada una el recuento se realiza mediante sensores pulsados por voluntarios, que van sumando el n¨²mero de personas que alcanzan la llegada. La suma de entrada de las distintas calles, seg¨²n los organizadores, fue ¨¦sta: 4.993, 6.692, 13.350, 14.700, 14.734, 14.924, 5.003, 6.373, 7.797 y 5.403.

Guinness ve otro motivo de preocupaci¨®n en el hecho de que los organizadores anunciaran a las 11.30 que hab¨ªan obtenido el r¨¦cord, cuando todav¨ªa no hab¨ªan entrado ni las tres cuartas partes de corredores.

La oficina de Aros estuvo ayer desierta toda la jornada. Incluso los propios responsables de Guinness, sorprendidos por lo sucedido, llamaron al propio domicilio particular de Eduardo Garz¨®n, gerente de Aros, a quien no encontraron.

Jos¨¦ Gabriel Astudillo, concejal de Deportes, no quiso saber nada ayer sobre n¨²meros y cifras. "Nosotros colabor¨¢bamos en la prueba, pero no interven¨ªamos en el recuento".