"Una fundaci¨®n es un pedestal p¨®stumo"
Joan Brossa presenta en Barcelona una exposici¨®n in¨¦dita
Joan Brossa est¨¢ rodeado de leyendas. Que si es desordenado, que si es descarado, que si va mal vestido y le da igual... No es pose. Ha mantenido su libertad durante 75 a?os, y ello le ha permitido, por ejemplo, crear una obra tan radical y po¨¦tica como la que podr¨¢ verse a partir del jueves en el palacio de la Virreina de Barcelona. Es tan respetuoso con la libertad de los dem¨¢s, que a la t¨ªpica pregunta "?le molesta que fume?" contesta: "No, me molesta que no fumes si tienes ganas de fumar". Le gusta que se reconozca su obra, pero considera que las fundacones son "pedestales p¨®stumos" y desconf¨ªa de los homenajes. "Hay gente cuyo incentivo es que les les pongan medallas, pero yo creo que el abono de las medallas es la mierda".
Joan Brossa (Barcelona, 1919) es el m¨¢s joven de los artistas de su generaci¨®n, y tambi¨¦n de generaciones posteriores. A ¨¦l le gusta que le lo digan y que lo piensen Su edad le permite, sin embargo, cobrar desde hace a?os una pensi¨®n del Ayuntamiento de Barcelona. "Me han hecho un vitalicio a condici¨®n de que yo deje la obra cuando me vaya a otra galaxia", comenta risue?o. "No s¨¦ qu¨¦ me gustar¨ªa que hicieran con ella. Que se conservara para que la gente la pudiera mirar y fuera ¨²til para los que se interesan por ella. Pero de forma humilde, no har¨ªa ning¨²n paso para hacer una Fundaci¨®n".Las fundaciones, esas instituciones que, a su edad, ya tienen muchos artistas. "A m¨ª no me gustar¨ªa nada", comenta Brossa. "La Fundaci¨®n es el pedestal p¨®stumo, es una manera de decir yo estoy aqu¨ª, soy ¨¦ste. Supongo que estos artistas querr¨ªan que los enterrasen en la fundaci¨®n, se hacen su propia sepultura a medida". ?l, Brossa, mantiene su curiosidad y vitalidad pr¨¢cticamente intactas. Por ejemplo, va al cine, a la Filmoteca, casi cada d¨ªa. Lee, escribe, pasea, inventa objetos, charla y procura estar cercano a la vida. Sus ideas van m¨¢s r¨¢pidas que sus palabras y a veces no acaba las frases, que se superponen unas a otras, como las letras de algunas de sus instalaciones: "Porque el poeta, si es sensible... en el mundo pasan cosas. El poeta est¨¢ en todas partes, en casa y en la calle. Un buen poeta lo tiene que registrar todo, tiene que estar ligado a la vida".
La exposici¨®n que ahora presenta en Barcelona, por ejemplo, se hab¨ªa pensado en un principio como una retrospectiva para mostrar sus ¨²ltimos trabajos. Al ver tanto espacio disponible -dos plantas del palacio de la Virreina, en plena Rambla-, Brossa no pudo resistir la tentaci¨®n de, como ¨¦l dice, hacer un tour de force. Ahora, la exposici¨®n Joan Brossa, entre las cosas y la lectura, es mucho m¨¢s compleja. En la planta baja habr¨¢ cinco montajes realizados por el artista entre 1986 -a?o de su ¨²ltima gran exposici¨®n en Barcelona, en la Fundaci¨®n Mir¨®- y 1991. En la primera planta, adem¨¢s de presentar 20 poemas literarios que ¨¦l mismo ha seleccionado, todo es in¨¦dito ya que ha creado 16 instalaciones pensadas para este espacio.
"Hac¨ªa tiempo que no expon¨ªa en Barcelona y ya tocaba. En esta exposici¨®n me he permitido decir mi opini¨®n sobre una serie de cosas que est¨¢n pasando sin dejar de ser poeta, porque lo primero tiene que ser el valor po¨¦tico de la obra".
De lo que est¨¢ m¨¢s contento es del gran espacio del que dispone. "Es una exposicion en cinemascope", dice, y ense?a, aunque todav¨ªa no est¨¦n acabadas, las diferentes instalaciones de la exposici¨®n, que funcionan como un todo, como un recorrido con varias estaciones. Por ejemplo, se para ante una de las salas -vac¨ªa- y explica: "Aqu¨ª hay un calendario del a?o 1992, es un calendario de bloc y todas las hojas est¨¢n arrancadas, claro, esparcidas por el suelo. En aquella pared hay una escoba". Se gira y mira otra sala vecina en la que de un falso techo cuelgan decenas de cadenas de retrete baratas, con el pomo de pl¨¢stico. "Despu¨¦s vienes aqu¨ª, y cadenas de retrete", sigue. "Tiene una relaci¨®n", afirma sonriente, "y esta relaci¨®n me la ha dado el subconsciente. Es como el sue?o, que parece incoherente y, no lo es, hay una l¨®gica pasional".
Brossa sigue en sus trece, tanto en la creaci¨®n -"el arte es un acto de libertad; cuando deja de serlo, se convierte en una especie de prost¨ªbulo m¨¢s o menos camuflado"- como en la pol¨ªtica -"sigo confiando en el marxismo como idea"- Y sigue: "En las guerras m¨¢s sangrientas siempre hay el fanatismo de la religi¨®n; por eso yo no creo en una sociedad que se base en la religi¨®n y en cambio s¨ª que creo en una sociedad que se base en el socialismo, pero que realmente sea aut¨¦ntico. Creo en el sistema, pero fallan los hombres".
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