Un marchante alem¨¢n ofrece a Barcelona su fondo de pintura holandesa del XVII

Voluptuosos bodegones, bulliciosas tabernas, relajantes llanuras o inquietantes oleajes. Mientras la Europa cat¨®lica retrataba santos, reyes y emperadores, en las Provincias Unidas saboreaban lo burgu¨¦s. Y un buen exponente de ello -una de las mejores colecciones privadas del mundo- lo constituye el conjunto de pinturas que el marchante alem¨¢n Otto Fassbender est¨¢ dispuesto a ceder gratuitamente y por 10 a?os prorrogables a Barcelona.

El problema son 500 millones de pesetas: lo que cuesta restaurar el ala sur del barcelon¨¦s monaster¨ªo de Pedralbes, al lado del museo Thyssen, donde Fassbender quiere que se instale la impresionante muestra del siglo de oro holand¨¦s. "Es una l¨¢stima que por 500 millones de pesetas, barceloneses, catalanes y espa?oles se pierdan una de las mejores colecciones privadas del XVII holand¨¦s", explica Francesc Vicens, concejal de Difusi¨®n Cultural del Ayuntamiento de Barcelona. Vicens habla con entusiasmo contagioso de esa colecci¨®n, llamada Hohenbuchau, y calificada por Simon Levi, ex director del Rijksmuseum. de Amsterdam, como la mejor privada del mundo. En Espa?a hay escasos exponentes holandeses en la Thyssen y en el Prado de ese siglo XVII.La laicidad burguesa, compatible con -el calvinismo oficial -le es m¨¢s f¨¢cil a un calvinista que a un cat¨®lico rebelarse contra su rey-, llev¨® a Holanda la revoluci¨®n a la pintura. La irrupci¨®n del genio creador ha hecho afirmar a algunos historiadores del arte que la Holanda del XVII ha sido el pa¨ªs que m¨¢s creadores ha concentrado en tan corto espacio de tiempo, con la salvedad de la Italia del Renacimiento.

Y la colecci¨®n del marchante Fassbender, la Hohenbuchau, contiene buenos exponentes de esa vitalidad restallante. Aelbert Cuyp , Salomon van Ruydsdael (1600-1670), Gerrit Dou (16131675) son tres muestras de ese movimiento creador. Cuyp (1620-1691) con sus retratos como el de Ni?o con avefr¨ªa muerta-, Dou -conocido por sus escenas dom¨¦sticas- o van Ruysdael, con sus naturalezas muertas.

Junto a los holandeses, los flamencos Jacob Jordaens (15931678) o Franz Snyaders (15791657), con su impresionante Caza del zorro, donde un zorro atrapado en una trampa se revuelve contra los perros de presa. Tambi¨¦n la pintura flamenca del XVII, a¨²n a pesar del tutelaje cat¨®lico, es una muestra del ¨¦xito de la iglesia restaurada.

La colecci¨®n no contiene obras de grandes autores como Rembrandt, Frans Hals, Peter de Hooch o Jan Vermmeer de Delft. Pero Fassbender, conocedor por profesi¨®n del mercado del arte, ha construido una colecci¨®n que es un buen exponente del XVII holand¨¦s.