¡°Madrid y el teatro me sacaron del hambre¡±
Madrid le redimi¨® del arado que le ten¨ªa reservado La Mancha. Naci¨® en Campo de Criptana, y de peque?o se dedicaba a recoger los sarmientos que iban quedando desparramados en la tierra tras la poda de la vid. A los 18 a?os cogi¨® una maltrecha maleta de cart¨®n y se vino a conquistar la capital. Hoy, en plena madurez art¨ªstica como director y productor teatral, puede presumir de haber tenido Nueva York a sus pies y de haber recorrido los lugares m¨¢s ins¨®litos presentando sus obras. Ahora se ha convertido en bodeguero. Todo un cuento con final feliz, hecho posible, seg¨²n Manzaneque, "gracias a Madrid, que me lo ha dado todo".Pregunta. ?C¨®mo se lleva lo de ser un muchachito manchego emigrante en Madrid?
Respuesta. Pues muy mal, y sobre todo con mucho susto. Pero la ciudad me acogi¨® conlos brazos abiertos, sobre todo cuando me matricul¨¦ en la Escuela de Cine, donde gente como Saura o Berlanga me trataron estupendamente, y sobre todo me abrieron nuevas perspectivas culturales.
P. ?La vocaci¨®n por el teatro tambi¨¦n se la dio la capital?
R. No, yo ya ten¨ªa en mi pueblo una preferencia clara. All¨ª organic¨¦ mi primera compa?¨ªa amateur, el teatro fue para m¨ª como lo de los toreros, era salir del hambre, y yo sab¨ªa que s¨®lo en Madrid tendr¨ªa esa oportunidad.
P. ?C¨®mo fueron sus comienzos?
R. Empec¨¦ como actor, pero renunci¨¦ a ello cuando form¨¦ la compa?¨ªa Tirso de Molina, con grandes actores, como Jos¨¦ Mar¨ªa Rodero, Agust¨ªn Gonz¨¢lez o Carlos Lemos... Con ella logr¨¦ una de mis principales aspiraciones: llevar buen teatro a toda Espa?a, a pueblecitos remotos y con las mismas figuras que se hac¨ªa en Madrid.
P. ?Qu¨¦ signific¨® para usted abrir su propio teatro?
R. Me lo jugu¨¦ todo a una carta. Abro un teatro completamente nuevo al que llamo Espronceda y encima elijo autores espa?oles o hispanoamericanos vivos. Lo pas¨¦ muy mal porque quien pod¨ªa no apoy¨® mucho el proyecto; me parece que en este pa¨ªs nunca se ha apostado suficientemente por la cultura.
P. ?Madrid acapara la cultura?
R. S¨ª, Madrid y otras dos o tres ciudades m¨¢s de Espa?a, y esto es un error tremendo. Montones de compa?¨ªas tiran la casa por la ventana en Madrid y luego en provincias salen en precario.
P. ?El amor al teatro es similar al amor al vino?
R. S¨ª, es absolutamente pasional. Hasta sacar al mercado la primera botella estuve cinco a?os implicado en esta empresa. Yo creo en mi vino, de la misma forma que siempre he cre¨ªdo en mi teatro. En mi nueva bodega, el patio central es pr¨¢cticamente una reproducci¨®n exacta del Corral de Comedias de Almagro, y espero estrenar all¨ª alg¨²n d¨ªa.
P. ?Comprar las tierras que trabaj¨® su padre le ha servido para ser profeta en su tierra?
R. En cierta manera. Me lo he vuelto a jugar todo a una carta y adelante. Pero para poder hacer vino en mi tierra yo he tenido que vivir antes en Madrid y aqu¨ª me morir¨¦.
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