T¨²nez plebiscita de nuevo al presidente Ben Al¨ª entre numerosas irregularidades
El general Zine Ben Al¨ª fue ayer plebiscitado como nuevo presidente de la Rep¨²blica en unos comicios, a la vez presidenciales y legislativos, con muchas irregularidades. Horas antes de las votaciones y en un intento de darles credibilidad, el propio presidente imparti¨® por televisi¨®n en¨¦rgicas instrucciones a sus funcionarios para que velaran y mejoraran las leyes el proceso electoral.
El plebiscito del nuevo jefe del Estado supone la continuaci¨®n de una tradici¨®n hist¨®rica, de dudoso valor democr¨¢tico, instaurada por Habib Burguiba en el momento de la independencia de T¨²nez en 1956, seg¨²n la cual el candidato oficial a la presidencia no tiene rival y se presenta en solitario.Sin embargo, las legislativas constituyen una t¨ªmida apertura hacia la democracia, ya que suponen el fin de un Parlamento monocolor, dominado por el partido oficial Agrupaci¨®n Constitucional y Democr¨¢tica, y la presencia testimonial de 19 diputados de la oposici¨®n en una C¨¢mara formada por 163 esca?os, cuyo resto quedar¨¢ una vez m¨¢s en poder del antiguo partido ¨²nico. Entre la oposici¨®n no se encuentran los islamitas de Ennahdha, partido considerado ilegal por el r¨¦gimen tunecino.
Fuentes oficiales informaron que el ¨ªndice de participaci¨®n superaba el 86% a las 16.00 horas, cuatro antes del cierre de los colegios, lo que supone dar un vuelco a los resultados de las elecciones de 1989, marcadas por una elevada abstenci¨®n.
Pero lo m¨¢s sorprendente de estos comicios fue la inesperada aparici¨®n por televisi¨®n, y en dos ocasiones, del presidente de la Rep¨²blica, Zine Ben Al¨ª, quien en v¨ªspera de los comicios dict¨® una serie de normas con las que se complementaban y llenaban algunos vac¨ªos dejados en el c¨®digo electoral. El mensaje estaba destinado sobre todo a los funcionarios del antiguo r¨¦gimen, que a trav¨¦s de los a?os han establecido toda una serie de artima?as para fiscalizar el comportamiento de los votantes.
El primer mensaje presidencial ten¨ªa como finalidad desbloquear millares de cartas electorales que no hab¨ªan llegado a sus destinatarios, no s¨®lo por problemas burocr¨¢ticos sino tambi¨¦n por intereses pol¨ªticos. En la misma l¨ªnea y en una segunda intervenci¨®n, Zine Ben Al¨ª trat¨® de imponer el voto secreto y el derecho de los ciudadanos a escoger su papeleta en la intimidad de los colegios, sustray¨¦ndose as¨ª a la vigilancia de los funcionarios.
Pero el mensaje del presidente Zine Ben Al¨ª lleg¨® demasiado tarde, seg¨²n pudo comprobar la prensa en diversas circunscripciones y sobre todo en la de Ben Arous, situada a una decena de kil¨®metros de T¨²nez, antigua plaza fuerte del integrismo, compuesta de 12 municipios y con cerca de 300.000 habitantes. En esta circunscripci¨®n, por ejemplo, algunos hombres votaron en nombre de sus mujeres, mientras otros electores no eran debidamente identificados.
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