Un debate sobre prostituci¨®n compara a ¨¦sta con la venta de ¨®rganos
El Encuentro sobre prostituci¨®n, organizado en Madrid por la Comisi¨®n para la Investigaci¨®n de Malos Tratos a Mujeres, se abri¨® ayer con un rechazo casi general hacia la legalizaci¨®n e incluso la existencia de la prostituci¨®n. Las palabras esclavitud, venta de cuerpo y violencia sexual se oyeron con frecuencia en las intervenciones, en su mayor¨ªa de mujeres, y se puso de relieve la, prostituci¨®n como asignatura pendiente de la sociedad, pero tambi¨¦n del feminismo."Aceptar la venta del cuerpo es como aceptar la venta de ¨®rganos. No. creo que nadie pueda vender algo de s¨ª mismo", expuso la feminista Nadine Plateau, de la Universidad de Mujeres de Bruse as. La directora del Instituto de la Mujer, Marina Subirats, que inaugur¨® el debate, no fue tan radical. "No conviene tener posturas cerradas", dijo sobre la legalizaci¨®n de la prostituci¨®n, y se mostr¨® partidaria de un debate social sobre el asunto. No obstante, se?al¨®: "La prostituci¨®n es propia de aquellas sociedades en las que existe represi¨®n. No veo su necesidad en las sociedades m¨¢s libres".
Carlota Bustelo, miembro del Comit¨¦ de Naciones Unidas para la Eliminaci¨®n de la Discriminaci¨®n de la Mujer, abog¨® por abordar la prostituci¨®n "como un tema pol¨ªtico, debatido por toda la sociedad, igual que ha ocurrido con los malos tratos y la violencia contra la mujer". "Como objetivo inmediato, los derechos humanos de las prostitutas deben ser respetados. A largo plazo, el objetivo es que la prostituci¨®n desaparezca", dijo.
F¨¦lix L¨®pez S¨¢nchez, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa de la Universidad de Salamanca, indic¨® que cerca del 80% de las prostitutas han sufrido de ni?as abusos sexuales. "La prostituci¨®n jam¨¢s debe considerarse una actividad profesional", dijo en una apasionada exposici¨®n Victoire Louis, del Centro Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas de Par¨ªs. La soci¨®loga, abolicionista, critic¨® el planteamiento legal holand¨¦s, porque "beneficia a los proxenetas e incluso al Estado". "Es una verg¨¹enza, no puede ser aceptable convertir en negocio la venta de un cuerpo ajeno y vivir de sus beneficios", afirm¨®.
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