"El f¨²tbol no tiene amigos, ni hijos, ni padres"'
Llega al Atl¨¦tico en uno de los momentos m¨¢s cr¨ªticos de su historia, en puesto de promoci¨®n y con el descenso en el cogote. Jorge D'Alessandro, el sexto entrenador de la temporada, dispone de nueve partidos para salvarlo. Tras seis d¨ªas de trabajo, hoy debuta.Pregunta. ?C¨®mo es posible cambiar la imagen y los resultados de un equipo en seis d¨ªas?
Respuesta. Con fe y un poco de ilusi¨®n. Magia no hay. Mi aportaci¨®n ha sido tratar de recobrar la personalidad de los jugadores. Lograr que el que sabe driblar, drible; y que el que sabe pegar una patada, la pegue. Me conformar¨ªa con que el equipo diera hoy el 10% de lo asimilado. Ser¨ªa m¨¢gico ganar en Pamplona, pero hay tiempo. Debemos conseguir 10 puntos y quedan 18.
P. ?El mal del equipo es t¨¢ctico, de casta o psicol¨®gico?
R. Un treinta por ciento de cada cosa. Y el otro diez, suerte. Este equipo tiene mala suerte y hay que espantarla.
P.?Hasta qu¨¦ punto D'Alessandro se la juega?
R. Hasta ninguno. Jug¨¢rsela es una cosa ficticia. Podr¨ªamos barajar un ¨¦xito toal o la vuelta al anonimato. En cualquier caso, significar¨ªa empezar de nuevo. Ser¨ªa igual de injusto pasar a la historia como el entrenador con que descendi¨® el Atl¨¦tico, que hacerlo como el que le salv¨® de su situaci¨®n m¨¢s cr¨ªtica. No me vale ning¨²n extremo. El trabajo no se puede valorar por estos conceptos.
P. Existe un comentario generalizado deque a usted le ha colocado en el puesto un periodista, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa.
R. Es mentira, pero no me preocupa. Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa es mi amigo y he trabajado con ¨¦l cuando requiri¨® mis servivios. Pero para m¨ª el f¨²tbol no tiene amigos, ni hijos, ni padres. Yo no me caso con nadie. Ni me escondo de Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa, porque es uno de mis grandes amigos, ni profesionalmente me veo obligado en absoluto a ¨¦l. Hay mucha gente malpensada. Adem¨¢s, hay otra valoraci¨®n. Lo ¨²nico que hay que preguntar es si uno sabe o no de esto, con independencia de quien le haya recomendado.
P. ?Cuando un entrenador ejerce de cr¨ªtico y vuelve al banquillo, la gente le espera con lupa. As¨ª sucedi¨® con Valdano.
R. Me imagino que ser¨¢ as¨ª. Pero ejerzas o no de cr¨ªtico, el f¨²tbol se mira con lupa. S¨®lo es un anexo al comentario.
P. ?No le intimida entrar en un club tan terror¨ªfico para los entrenadores?
R. Ni lo he pensado. No hay tiempo para pensar en eso.
P. Su colega Vicente del Bosque da cuatro perfiles de entrenadores: buena persona y con conocimientos; buena persona y con menos conocimientos; con conocimientos y un poco cabroncete, y mala persona y pocos conocimientos. ?Cu¨¢l es el suyo?
R. No me personifico en ese cuadro. S¨®lo juego a ganar. Cuando lo hago bien, tengo m¨¢s posibilidades. Pero jugando mal, tambi¨¦n me gusta vencer. Aunque no me encasillo, el ideal es ser un poco cabroncete y con conocimientos. Es el equilibrio. No puedes entregarte en cuerpo y alma; siempre hay un traicionero. En toda mesa hay un Judas y hay que tener cuidado.
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