"Mi gran ilusi¨®n es retratar a la familia real"
Hortelano pint¨® un mapa lleno de estrellas y una de ellas se llamaba Ouka-Lele; de ah¨ª tom¨® el nombre B¨¢rbara Allende, de 36 a?os. Su mundo de composiciones de fotograf¨ªa-pintura, que roza con el universo et¨¦reo y m¨ªstico del pintor Odilon Redon, le ha guardado un lugar privilegiado entre los artistas de su generaci¨®n. Sin abandonar su c¨¢mara, ahora es la pintura la que acapara su inter¨¦s. Acaba de inaugurarse en Madrid su primera gran exposici¨®n. "Desde que comenc¨¦", se?ala, la fotograf¨ªa era algo que siempre estaba a punto de dejar; y hace dos a?os lleg¨® el momento. Estar siempre sobre el mismo mate rial fotogr¨¢fico, que es muy resbaladizo, es un trabajo de mucha paciencia. Me gusta m¨¢s el resultado de la pintura".Pregunta. La fotograf¨ªa, ?equivale a la realidad?
Respuesta. La fotograf¨ªa siempre corta la realidad, la simplifica. Hubo un tiempo que yo la odiaba. Al principio, la identificaba con m¨¢quinas y motos. La fotograf¨ªa que algunos consideran que es el ¨²nico recuerdo, yo pienso que es su ant¨ªtesis porque lo que hace es esclerotizar ese instante.
P. ?Es por eso que pinta la fotografia?
R. Siempre tuve necesidad de pintar. Nunca era s¨®lo pintar fotogra¨ªa. Cuando empezaba y ofrec¨ªa mi colaboraci¨®n a las revistas, preguntaba qu¨¦ tipo de fotos quer¨ªa. Siempre me contestaban: "De color". Y empec¨¦ a pintarlas.
P. Todo el mundo se acuerda de su montaje de Cibeles...
R. La fotograf¨ªa de Cibeles fue la que m¨¢s me encant¨®. Fue como realizar un sue?o; deseaba hacer un homenaje a Cibeles, como la madre tierra. Hasta el Ayuntamiento me ayud¨® a parar el tr¨¢fico.
P. ?Le molesta que la llamasen la vestal de la movida?
R. Mientras la movida se considere un movimiento art¨ªstico, no me importa. Fue una explosi¨®n vital. Los artistas se echaban a la calle; el tiempo se ha encargado de depurar quienes lo eran realmente. Pero lo fascinante es que la escuela de arte estaba en la calle.
P. ?Cambi¨® Madrid con la movida?
R. S¨ª, la hizo m¨¢s interesante. A m¨ª, Madrid, me estimula. Adem¨¢s es una ciudad muy abierta, perceptiva, porosa, en la que es f¨¢cil abrirse camino.
P. Usted siempre hizo lo que quiso. ?Se encontr¨® con trabas?
R. Los encargos fueron mis ¨²nicos l¨ªmites. Los ten¨ªa que hacer para ganar dinero pero los tomaba como un aprendizaje. Es cierto que he realizado lo que he deseado, pero quiero tener la impresi¨®n de estar continuamente comenzando. No deseo que se me clasifique ni estancarme.
P. ?A qui¨¦n le gustar¨ªa retratar? ?Reacciona bien la gente delante de una c¨¢mara?
R. Mi gran ilusi¨®n ser¨ªa retratar a la familia real. Pero soy t¨ªmida; me abruma la idea. Pero hay que hacerlo. Vel¨¢zquez, Goya, lo hicieron. Pero una c¨¢mara es muy peligrosa; es como un radar que capta cosas que ni t¨² mismo conoces y a la gente le influye lo que haces. Hay que tener cuidado con lo que se hace.
Galer¨ªa Masha Prieto. Traves¨ªa de Bel¨¦n, 2. Hasta final de marzo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.