Un s¨ªntoma peligroso
Todos los estudios realizados durante el periodo de la transici¨®n democr¨¢tica mostraban que, a medida que descend¨ªamos en la escala de edad y ascend¨ªamos en la escala de educaci¨®n, el inter¨¦s por la pol¨ªtica, de una parte, y el apoyo a la democracia, de otra, crec¨ªan. Se trataba, pues, de una situaci¨®n extremadamente alentadora, ya que el apoyo a f¨®rmulas autoritarias desaparec¨ªa con el tiempo mientras crec¨ªa el apoyo a f¨®rmulas democr¨¢ticas.No hay peor t¨¢ctica que la del avestruz. Pero algo similar hacemos cuando evitamos sacar las consecuencias evidentes de los datos. Y ¨¦stos indican que aquella situaci¨®n se est¨¢ invirtiendo, y asistimos hoy a la emergencia lenta pero profunda de una quiebra entre los j¨®venes y la pol¨ªtica, quiebra que arrastra otra similar -por fortuna mucho menos aguda- entre los j¨®venes y la democracia, si bien ambas crecen d¨ªa a d¨ªa.
Me limitar¨¦ a comentar resultados que aparecen una y otra vez en los sondeos referentes a j¨®venes entre 18 y 25 a?os de edad.
Pues bien, por lo que hace al inter¨¦s por la pol¨ªtica, cerca del 80% declaran estar poco o nada interesados en ella. Sorprendentemente, lo que menos les interesa (?en una democracia!) es el Parlamento: m¨¢s del 70% contestan que les interesa poco o nada. Desinter¨¦s que concuerda con el bajo nivel de informaci¨®n que tienen: cerca del 70% se consideran poco o nada informados, pues pr¨¢cticamente dos de cada tres j¨®venes se acercan a la informaci¨®n pol¨ªtica ?menos de una vez al mes!
Desde luego, alrededor del 80% considera la democracia preferible a cualquier otra forma de Gobierno, si bien a un no desde?able 10% le es indiferente o aceptar¨ªa una dictadura en algunas circunstancias, pero m¨¢s del 60% cree que nuestra democracia tiene muchos defectos. Tantos, que esa valoraci¨®n positiva de la democracia se torna en una valoraci¨®n muy negativa de la pol¨ªtica democr¨¢tica.
As¨ª, la mayor¨ªa de los j¨®venes est¨¢ de acuerdo en que "est¨¦ quien est¨¦ en el poder, siempre busca sus intereses personales". No es de extra?ar que consideren que no pueden influir nada en las decisiones que toma el Gobierno de la naci¨®n; en conjunto 8 de cada 10 se reconocen impotentes frente a la pol¨ªtica.
La l¨®gica consecuencia es que aproximadamente el 40% no se identifique con ninguna tendencia ideol¨®gica, y el porcentaje de socialistas es inferior a la media nacional y muy inferior a la del grupo de edad de 26 a 40 a?os. En resumen, el principal sentimiento que les produce la pol¨ªtica es el de aburrimiento y el segundo el de desconfianza.
Por supuesto, los resultados var¨ªan seg¨²n sondeos, pero la imagen resultante, aun distinta y con matices nuevos, conservar¨ªa la misma tonalidad demoledora.
Un fen¨®meno de este orden no tiene nunca una causa; son muchas y variadas. Aqu¨ª no resulta posible aludir a ellas. Pero sean las que fueren, el resultado objetivo es que no somos capaces de inculcar en nuestros j¨®venes un razonable respeto hacia la pol¨ªtica y la democracia y, al contrario, estamos generando indiferencia cuando no desprecio.
Pues todo parece indicar que se est¨¢ gestando una nueva quiebra generacional, similar, pero de sentido inverso, a aquella que en los a?os sesenta opuso a j¨®venes y adultos. Los j¨®venes de entonces (hoy adultos) aceptan el r¨¦gimen pol¨ªtico democr¨¢tico, pero los j¨®venes de ahora, sin embargo, lo observan con indiferencia o desconfianza. Es una situaci¨®n muy peligrosa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.