El enfado de Felipe II
?ranse una vez un rey, madrile?o y mon¨¢rquico, y un pintor, catal¨¢n y franquista. Se llamaban Felipe y Salvador.El primero ten¨ªa puesta a su nombre una amplia avenida de la capital de su reino, y como era generoso, le dej¨® un espacio al pintor para que pusiera o pusiese una escultura de bronce que hab¨ªa hecho, y tambi¨¦n le permiti¨® que su nombre figurara en esa parte de la avenida en donde estaba la estatua.
Salvador se puso muy contento por tener su cachito de suelo en una zona tan c¨¦ntrica.
Pas¨® el tiempo y sin saber por qu¨¦ unos hombres que eran periodistas, cada vez que se preparaba un acontecimiento en aquella avenida de Felipe (II), dec¨ªan que esa fiesta era en la plaza de (Salvador) Dal¨ª.
El rey se enfad¨® much¨ªsimo, pero como ya estaba muerto, no pudo decir ni p¨ªo.
Los vecinos recib¨ªan sus cartas y sus impuestos con el nombre y el n¨²mero correctamente escritos, pero los periodistas o cronistas de Madrid no ten¨ªan mucha idea del verdadero nombre de la zona, y una vecina les escribi¨® para dec¨ªrselo y que no se volvieran a equivocar.-
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