A la espera de las donaciones

En Estados Unidos funcionan 113 orquestas sinf¨®nicas. Por el volumen de dinero que manejan, por el p¨²blico al que convocan y, sobre todo, por su prestigio dentro y fuera de Estados Unidos puede se?alarse a las filarm¨®nicas de Nueva York, la de Boston, Cleveland, Philadelphia y la Sinf¨®nica de Chicago como las cinco -five- orquestas m¨¢s importantes del pa¨ªs. La de Los ?ngeles es un caso aparte, porque aunque no est¨¦ englobada dentro de las five, goza de una excelente calidad y tiene la particularidad de su imparable presencia en todos los sectores culturales y econ¨®micos.La presente temporada es especialmente significativa para las de Nueva York y Los Angeles, que acaban de celebrar su 150? y 75? aniversario, respectivamente. Las obras de construcci¨®n del espectacular Walt Disney Concert Hall, futura sede de la Filarm¨®nica de Los ?ngeles, acaban de dar comienzo. El presupuesto de la orquesta para este a?o asciende a 36,4 millones de d¨®lares (m¨¢s de 5.000 millones de pesetas). La Filarm¨®nica de Nueva York, que oper¨® en 1993 con un presupuesto de unos 4.000 millones de pesetas, consolid¨® el a?o pasado una importante iniciativa para acercar la m¨²sica cl¨¢sica a los no expertos a trav¨¦s de programas de precios reducidos, los llamados Conciertos de horas punta y S¨¢bados informales. Para una orquesta entre cuyos directores han figurado Gustav MahIer, Pierre Boulez, Leonard Bernstein o Zubin Mehta, la llegada del polaco Kurt Masur en 1991 ha tra¨ªdo unos aires de renovaci¨®n y cohesi¨®n que no han pasado por alto a los expertos.Menos subvenciones

El argentino Daniel Bareriboim es el m¨¢ximo responsable musical de la Sinf¨®nica de Chicago, aunque el director honorario, el h¨²ngaro Georg Solti, tomar¨¢ este a?o la batuta en tres conciertos. Con 110 miembros, esta orquesta gastar¨¢ 5.000 millones de pesetas en 1994. El finland¨¦s Elsa-Pekka Salonen, de 35 a?os es, desde 1992, el director de la Orquesta de Los ?ngeles, cuyo vicepresidente y administrador, el alem¨¢n Ernest Fleischinarin, es reconocido como el principal impulsor de una orquesta imaginativa que se desenvuelve en un entorno bastante hostil a este tipo de m¨²sica.

La recesi¨®n econ¨®mica ha provocado en los ¨²ltimos a?os una disminuci¨®n de las subvenciones federales y estatales que obtienen estas orquestas, mantenidas casi exclusivamente a trav¨¦s de la venta de entradas y las donaciones. La Sinf¨®nica de Chicago cubrir¨¢ este a?o tan s¨®lo un 1% de su presupuesto mediante subvenciones, pero recibir¨¢ unos 1. 500 millones de pesetas en donaciones de empresas e individuos. Una cifra similar obtuvo, por el mismo canal, la Filarm¨®nica de Nueva York, donde el p¨²blico (715.439 entradas vendidas) cubri¨® el 52% de los gastos en 1993. La elecci¨®n de los directores musicales y todo lo que concierne a sus contratos se hace en EE UU a trav¨¦s del consejo de administraci¨®n de cada instituci¨®n.