Expulsado por caritativo

Sergio Bodel¨®n, de 19 a?os, y sus seis amigos cenaban en el McDonald's de Isaac Peral el 19 de marzo cuando entr¨® Pablito, de 39 a?os, el mendigo del barrio, el que sali¨® en Telemadrid en un debate del programa Rifi-rafe. Quer¨ªa pedir una hamburguesa, pero el empleado de seguridad se lo impidi¨® con patadas y malos modos. Pablito aguant¨® los golpes con estoicismo y se qued¨® en la calle. Sergio se conmovi¨®, y sali¨® para regalarle su hamburguesa al mendigo. Tras darle un abrazo a Sergio, Pablito se fue con su regalo y el chaval intent¨® entrar de nuevo al McDonald's. Pero el vigilante se lo prohibi¨®, tambi¨¦n con malos modos.La gerente del establecimiento, Mar¨ªa Jos¨¦ Santamar¨ªa, reconoce que el empleado actu¨® con demasiada contundencia. "Ya hemos arreglado el asunto con la empresa de segur¨ªdad", explica. "Si el guarda no supo mantener la calma" cuenta, "que la pr¨®xima vez la conserve".

Sergio recuerda tambi¨¦n la escena, apart¨¢ndose de la cara los rizos negros: "El mendigo estaba llorando, y esas cosas te llegan". El vigilante le dijo: "No pasas, y adem¨¢s no te metas en lo que no te llaman", seg¨²n cuenta el muchacho. "Le debi¨® de dar rabia que le diera mi comida al pobre".

La gerente aduce: "Los empleados estaban cerrando el local, y a esa hora el que sale ya no puede volver a entrar".

Seg¨²n Mar¨ªa Jos¨¦ Santamar¨ªa, Pablo vive en unos soportales enfrente de la hamburgueser¨ªa y es como de la casa. "Nos llama su familia", asegura, "y siempre le damos lo que nos pide; pero cuando est¨¢ bebido no se puede razonar con ¨¦l". Santamar¨ªa explica que el guarda trabajaba esa noche por primera vez all¨ª y no conoc¨ªa las costumbres del mendigo "cuando llega bebido". Pablo reconoce desde su rinc¨®n, rodeado de orines, que no puede parar de beber. Ya le gustar¨ªa a ¨¦l seguir las recomendaciones del padre Nacho, su mentor de la parroquia de Santa Rita, y alejarse del alcohol.

Para Javier Mat¨ªa, otro de los estudiantes, que un hombre vaya bebido y grite un poco no es raz¨®n para apalearle. "Dale a un hombre una porra y se creer¨¢ Terminator", reflexiona. David, rubio y grandull¨®n, no se explica la violencia gratuita con que les trataron. "Yo he estado de guarda jurado en La Vaguada y conozco el trabajo. Ese tipo se pas¨® porque era un chulo", concluye. "?Pero si se ve que el mendigo no tiene peligro!", a?ade Sergio.

A Pablito, como le llama todo el barrio, le apena que le discriminen: "NI sobrio ni borracho me dejan entrar en el MeDonald's". Y termina: "?Esos americanos ... ! ".