Batalla en la Comisi¨®n Europea sobre proteccionismo audiovisual
El comisario Pinheiro propone cobrar m¨¢s impuestos
La Comisi¨®n Europea aprob¨® ayer el Libro Verde sobre la pol¨ªtica audiovisual, elaborado bajo la batuta del comisario portugu¨¦s Jo¨¢o de Deus Pinheiro, que ha tenido que enfrentarse a dur¨ªsimas cr¨ªticas dentro de la propia Comisi¨®npor el car¨¢cter "intervencionista" y "defensivo" de sus propuestas, adem¨¢s de suscitar una controversia sobre el papel de las administraciones p¨²blicas. Una de las propuestas del comisario consiste en crear un nuevo impuesto europeo al consumo de productos audiovisuales.
Esa propuesta, una de las m¨¢s pol¨¦micas, trata de crear un sistema de tasas europeas sobre las entradas a las salas de proyecci¨®n de cine, sobre las cintas de v¨ªdeo o la radiodifusi¨®n, concebidas "como mecanismo de reciclaje de una parte de los recursos del sector".La discusi¨®n del Libro Verde por los comisarios estaba prevista en una anterior reuni¨®n de la Comisi¨®n, hace dos semanas, pero la envergadura de los desacuerdos aconsej¨® su aplazamiento. El propio presidente de la Comisi¨®n, Jacques Delors, ha querido encargarse personalmente de la presentaci¨®n p¨²blica del Libro Verde, que se realizar¨¢ hoy, para evitar que naufrague uno de los proyectos asociados a su Libro Blanco sobre el Empleo y la Competitividad.
Las cr¨ªticas que ha recibido el texto inicial, elaborado bajo la direcci¨®n del comisario portugu¨¦s, Jo¨¢o de Deus Pinheiro, superan el umbral habitual de divergencias entre funcionarios europeos. Distintos altos funcionarios, consultados en la ¨²ltima fase de debate, han tachado el proyecto de "intervencionista", "defensivo" y excesivamente "contrario a los intereses de los Estados Unidos".
El texto ha suscitado tambi¨¦n numerosas observaciones cr¨ªticas de orden t¨¦cnico y ha creado una situaci¨®n de incomodidad entre las direcciones generales de la Comisi¨®n y el gabinete del comisario de la Comunicaci¨®n y los Audiovisuales.
El Libro Verde no trata propiamente de los audiovisuales en general, sino de un aspecto concreto, como es la industria de los programas. "?C¨®mo puede contribuir la Uni¨®n Europea a la creaci¨®n de una industria de programas (televisivos y cinematogr¨¢ficos) fuerte y competitiva en Europa, susceptible de asegurar el lugar de las culturas europeas?", se pregunta el documento.
El diagn¨®stico es que las industrias de producci¨®n audiovisual europeas se hallan en una situaci¨®n de decadencia imparable, caracterizada por la p¨¦rdida constante y persistente de partes de mercado, controlado en un 80% por las grandes compa?¨ªas con base en los Estados Unidos.
Los cambios m¨¢s espectaculares en la estructura de los audiovisuales en Europa, como el boom televisivo de los ochenta, han favorecido ¨ªntegramente a la industria norteamericana.
Entre las causas apuntadas por el documento se cita la fragmentaci¨®n de los mercados, debida a la diversidad cultural y ling¨¹¨ªstica; la ausencia de proyectos europeos; el excesivo localismo de las pol¨ªticas de ayuda y promoci¨®n; y la debilidad y atomizaci¨®n de las estructuras de distribuci¨®n. El objetivo propuesto es crear una industria competitiva.
El Libro Verde considera que la industria tiene un potencial de creaci¨®n de empleo de entre dos y cuatro millones de puestos de trabajo en seis a?os. Actualmente emplea a 1,8 millones de personas.
?Qui¨¦n maneja los fondos?
El Libro Verde deja abierta la cuesti¨®n de la gesti¨®n de los fondos obtenidos por este impuesto indirecto europeo, pero indica que servir¨¢ para "financiar una pol¨ªtica industrial", expresi¨®n que suele producir urticaria entre los socios europeos m¨¢s liberales ante los desbordamientos dirigistas de la Comisi¨®n.Adem¨¢s de estos fondos, habr¨¢ que contar con las aportaciones del presupuesto de la Uni¨®n y de los prespuestos de cada Estado.
Un sistema similar, que funciona en Francia, dio pie a severas protestas de la Administraci¨®n norteamericana durante las conversaciones de la Ronda Uruguay del GATT el pasado a?o. Washington pidi¨® entonces que la industria norteamericana recibiera tambi¨¦n el retorno de las tasas destinadas a promover la creaci¨®n audiovisual y no descart¨® usar alguna de sus armas comerciales.
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