El r¨¦gimen chino 'estropea' la visita oficial de Balladur con una brutal redada de disidentes
Gobierno chino ha reiterado a Francia, uno de sus principales socios comerciales, que la apertura econ¨®mica no implica en absoluto que vaya a suavizarse la represi¨®n contra los disidentes pol¨ªticos. El primer ministro franc¨¦s, Edouard. Balladur, concluy¨® ayer una visita oficial a China emborronada por una brutal redada de opositores al r¨¦gimen totalitario. Balladur, que acudi¨® a Pek¨ªn dispuesto a ganar contratos y a promocionarse como estadista y futuro presidente, se march¨® con las manos vac¨ªas y abochornado por la actitud desafiante de sus anfitriones.
El primer ministro franc¨¦s y su ministro de Exteriores, Alain Jupp¨¦, fueron puestos entre la espada y la pared por la impenetrable diplomacia china. No pod¨ªan callar ante el alarde de desprecio del r¨¦gimen de Pek¨ªn por los derechos humanos, por que no se les hubiera tolerado en Francia; tampoco pod¨ªan protestar con dureza, por miedo a perjudicar los proyectos econ¨®micos galos en el mayor mercado potencial del mundo. Finalmente, optaron por una protesta privada y muy discreta, recibida con indiferencia por el primer ministro Li Peng. Las detenciones comenzaron poco antes de que Balladur pusiera los pies en territorio chino. Primero fue Wei Jingsheng, el m¨¢s conocido de los disidentes. Luego fue Xu Wenli, un opositor encarcelado durante 14 a?os y liberado hac¨ªa s¨®lo unos meses. Acto seguido, en Shanghai, cay¨® Wang Fucheng, secretario general de la asociaci¨®n China por los Derechos Humanos. Muchos otros de menor relevancia fueron tambi¨¦n detenidos. Cuando Balladur y Jupp¨¦ hicieron notar a Li Peng y al ministro de Exteriores, Yang Yicheng, su "disgusto" por la operaci¨®n represiva, estos negaron que hubiera habido ning¨²n arresto. Jupp¨¦ dijo luego a los periodistas que no pod¨ªa hacer m¨¢s.
La provocaci¨®n de Li Peng fue tan formidable que ayer, en medios diplom¨¢ticos franceses, se especulaba con la posibilidad de que los sectores m¨¢s duros del r¨¦gimen de Pek¨ªn hubieran lanzado la campa?a de detenciones para boicotear la visita francesa y, con ella, la pol¨ªtica de apertura econ¨®mica a Occidente. En los mismos medios se pensaba tambi¨¦n en otra explicaci¨®n alternativa: Li Peng podr¨ªa haber querido avergonzar a sus visitantes por no invitarle a Francia.
Ligado a Tiananmen
Desde mucho antes de que comenzara el viaje, estaba claro que Balladur no pod¨ªa ofrecer una visita a Par¨ªs al primer ministro chino. Li Peng estaba demasiado ligado a la matanza de Tiananmen, perpetrada hace casi cinco a?os, en junio de 1989. Como alternativa, se entreg¨® al presidente Yang Zemin una carta de invitaci¨®n del presidente Francois Mitterrand, redactada en t¨¦rminos fr¨ªos y sin menci¨®n de fechas. Balladur volvi¨® ayer a Par¨ªs con el bochorno que le hicieron pasar las autoridades chinas y sin ning¨²n ¨¦xito comercial tangible. No hubo nada sobre el proyecto de unir Pek¨ªn y Shanghai con un tren de alta velocidad franc¨¦s, ni se avanzo en el asunto del segundo reactor de la central nuclear de Daya Bay (el primero fue instalado por una empresa francesa), ni se concret¨® ninguna de las obras hidr¨¢ulicas que tra¨ªa en cartera. Balladur admiti¨® que habr¨ªa que esperar "bastantes meses" para ver si prosperaban las ofertas.
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